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    El agua que cautivó al mundo cumple 125 años

    S.Pellegrino celebra su 125 aniversario con una edición especial de su botella y una serie de eventos globales que conmemoran su legado. La marca, que comenzó en una pequeña ciudad italiana, ha recorrido un largo camino para convertirse en un emblema de la gastronomía mundial.

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    Era el año 1906 cuando S.Pellegrino se presentó al mundo como un producto excepcional, en la prestigiosa Exposición Internacional de Milán, y ganó rápidamente un lugar en la alta sociedad europea. 

    La exposición, conocida por resaltar lo mejor de la innovación y la cultura global, fue el escenario perfecto para que la icónica agua mineral italiana demostrara que no solo era una bebida, sino un símbolo de elegancia y buen gusto. Este evento marcó el comienzo de una relación duradera entre S.Pellegrino y la alta gastronomía, una historia que, 125 años después, sigue viva en las mejores mesas del mundo.

    De Terme al mundo

    El origen de S.Pellegrino se remonta a 1899, cuando la Società Anonima delle Terme di San Pellegrino decidió embotellar el agua mineral de las termas de San Pellegrino Terme, una pequeña ciudad en los Alpes italianos famosa por sus aguas curativas. Desde sus inicios, esta agua se valoró no solo por sus beneficios naturales, sino por su sabor único y equilibrado, que la convirtió en un complemento perfecto para la alta cocina.

    Durante las primeras décadas del siglo XX, S.Pellegrino comenzó a conquistar mercados internacionales, exportando su agua a países como Estados Unidos, Brasil, Egipto y Australia. La aceptación en estas tierras lejanas no fue casual; se debió a la percepción de que S.Pellegrino representaba lo mejor de la cultura y el estilo de vida italiano.

    Innovación y adaptación

    En 1932, S.Pellegrino dio un paso audaz al lanzar su primera bebida saborizada: la Aranciata, hecha con agua mineral y jugo de naranja siciliana. Este producto fue un éxito inmediato y marcó el inicio de una serie de bebidas que, hasta el día de hoy, forman parte del portafolio de la marca.

    La década del 50 trajo consigo otro avance clave: la introducción de las botellas de vidrio verde, que hasta la fecha son sinónimo de elegancia y calidad. Además, la marca siguió expandiendo sus operaciones, fundando la empresa Acqua Panna en la Toscana.

    Un legado inigualable

    El legado de S.Pellegrino no se limita a su agua mineral. A lo largo de su historia, ha forjado una relación particular con la alta cocina. Es patrocinador de algunos de los eventos gastronómicos más importantes del mundo, como The World’s 50 Best Restaurants y la S.Pellegrino Young Chef Academy, una iniciativa que impulsa a jóvenes talentos de la gastronomía global.

    Este compromiso ha permitido que la marca mantenga su lugar de privilegio en las mesas más exclusivas del mundo. Su agua no es solo una bebida, sino un símbolo de sofisticación y buen gusto, el acompañamiento ideal para las experiencias culinarias más refinadas.

    Desde sus inicios, esta agua se valoró no solo por sus beneficios naturales, sino por su sabor único y equilibrado, que la convirtió en un complemento perfecto para la alta cocina.

    Historia y tradición

    Con su inigualable proceso natural —en el que el agua viaja durante más de 30 años a través de las rocas de los Alpes y se enriquece con minerales— S.Pellegrino sigue siendo un referente de calidad. Cada botella cuenta una historia de paciencia, dedicación y tradición.

    Este aniversario no solo celebra el pasado, sino también el futuro. Con su mirada puesta en la innovación y la sostenibilidad, S.Pellegrino sigue en constante evolución y mantiene su compromiso con la excelencia mientras abraza los desafíos de los tiempos modernos.

    S. Pellegrino a través del tiempo

    1899: Se funda la Società Anónima delle Terme di San Pellegrino y comienza la embotellación de agua mineral en San Pellegrino Terme, Italia.

    1906: S.Pellegrino participa en la Exposición Internacional de Milán, consolidándose así como un producto de excelencia.

    1908: La marca comienza a exportar su agua mineral a mercados internacionales, incluyendo destinos como Egipto, Estados Unidos y Brasil.

    1932: S.Pellegrino lanza su primera bebida saborizada, la Aranciata, hecha con agua mineral y jugo de naranja siciliana.

    1950: Se introducen las icónicas botellas de vidrio verde, símbolo de elegancia que siguen siendo un emblema de la marca.

    1957: S.Pellegrino adquiere la marca Acqua Panna en la Toscana, expandiendo así su portafolio de aguas minerales.

    1997: Nestlé adquiere S.Pellegrino y refuerza su presencia global y distribución. 

    1999: S.Pellegrino celebra su centenario con el lanzamiento de una edición especial de su botella, con lo que reafirma su compromiso con la gastronomía internacional.

    2010: Las ventas globales de productos S.Pellegrino alcanzan mil millones de botellas en un solo año.

    2015: Se lanza la S.Pellegrino Young Chef Academy, una iniciativa global para apoyar a jóvenes talentos culinarios.

    2024: S.Pellegrino celebra 125 años.


    Fotos Cortesía

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