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    Radiografía de los CEO panameños

    El estudio CEO Monitor Panamá 2025 revela cómo se construye el liderazgo digital en el país. Con 47.248 menciones analizadas en 28 meses, el estudio muestra a los ejecutivos navegando entre desconfianza social y nuevas oportunidades en reputación, innovación y sostenibilidad.

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    Influencia en construcción

    Durante décadas, la figura del CEO en Panamá estuvo asociada casi exclusivamente a resultados tangibles: balances financieros, expansión de operaciones, generación de empleo o liderazgo sectorial. Sin embargo, el escenario actual ha transformado esas métricas tradicionales. Hoy, la credibilidad de un líder también se juega en la manera como se comunica, en la narrativa que construye y en la huella que deja en la conversación digital. Un entorno donde la reputación puede moldearse en segundos exige que los líderes empresariales salgan de la comodidad de los comunicados institucionales y se atrevan a ser voces propias, con intención y propósito.

    Ese es el espíritu del CEO Monitor Panamá 2025, un informe elaborado por LLYC que representa el primer esfuerzo sistemático por medir el posicionamiento digital de los principales ejecutivos del país. A diferencia de encuestas de percepción o estudios de reputación tradicionales, el CEO Monitor se sustenta en datos objetivos. Durante 28 meses, analizó más de 47.000 menciones sobre un grupo de 50 CEO seleccionados con base en rankings públicos y relevancia sectorial. El estudio combina dos miradas: la conversación espontánea en torno a estos líderes y el contenido que ellos mismos publican en sus perfiles profesionales en plataformas como LinkedIn, X (antes Twitter) y medios digitales.

    El análisis, apoyado en herramientas de escucha digital, categorización semántica y análisis de sentimiento, permite trazar un mapa sobre qué temas dominan, qué estilos de liderazgo emergen y qué tan profunda es la conexión con las audiencias. No se trata de medir popularidad ni de elaborar un ranking, sino de comprender un fenómeno: la transición de los CEO panameños hacia un liderazgo que se juega tanto en la sala de juntas como en la conversación digital.

    En palabras de Michelle Tuy, directora de LLYC Panamá: “Más que buscar quién es más conocido, lo que queremos es abrir la conversación sobre cómo se construye credibilidad y propósito en el espacio digital”.

    El retrato de un liderazgo en transición

    Los resultados del CEO Monitor 2025 ofrecen una radiografía clara: los CEO panameños ya están presentes en el entorno digital, pero su capacidad de influencia aún está en construcción. Del total de menciones analizadas, el 60 % se vincula a sus empresas, mientras apenas un 5 % los ubica como voceros activos. Esto evidencia un liderazgo dominado por la institución más que por la persona, donde prima la reacción sobre la propuesta.

    El informe categoriza cinco arquetipos de liderazgo digital: institucional (52 %), ambiental (18 %), social (16 %), transaccional (8 %) y transformacional (4 %).

    El predominio del liderazgo institucional en Panamá (52 %) refleja una visión conservadora donde la figura del CEO se confunde con la de la empresa. Es un estilo que privilegia la estabilidad y la prudencia, pero que corre el riesgo de convertir al ejecutivo en un vocero reactivo, limitado a confirmar logros o responder a coyunturas. Aunque aporta seguridad a las compañías, este enfoque diluye la individualidad del líder y lo distancia de la posibilidad de construir una voz con peso propio en el debate público.

    Predomina el liderazgo institucional

    52 % de los CEO analizados se ubica en este arquetipo y refleja un estilo conservador enfocado en estabilidad más que en innovación.


    Los liderazgos ambientales (18 %) y sociales (16 %) representan un segundo bloque relevante. Aquí los CEO empiezan a mostrarse en temas que trascienden el negocio, ya sea en sostenibilidad ambiental o en causas comunitarias. Sin embargo, muchas veces su participación no pasa de mensajes de apoyo institucional, sin profundidad ni continuidad. Estos estilos tienen potencial para evolucionar hacia un liderazgo con propósito, pero requieren consistencia y autenticidad para evitar quedar en gestos aislados.

    Los perfiles transaccionales (8 %) y transformacionales (4 %) son los menos frecuentes, aunque los más prometedores en términos de influencia. El primero responde a un estilo pragmático, enfocado en resultados inmediatos y relaciones de corto plazo, mientras que el segundo —el transformacional— proyecta visión, innovación y cultura organizacional. Que solo el 4 % de los líderes panameños logre situarse en esta categoría revela una oportunidad pendiente: convertir el discurso digital en un motor de cambio real, capaz de inspirar dentro y fuera de las empresas.

    Para Tuy, este panorama refleja un momento decisivo: “Estamos en una fase de transición. Las audiencias no solo quieren escuchar a las empresas; quieren escuchar a las personas detrás de ellas”. La sociedad panameña, marcada por transformaciones políticas, sociales y económicas, no se conforma con datos corporativos y exige líderes que compartan aprendizajes, que se pronuncien sobre desafíos colectivos y que asuman posturas más humanas.

    El CEO Monitor Panamá 2025 revela que reputación, sostenibilidad
    e innovación ya no son opcionales: son los nuevos pilares de un liderazgo empresarial llamado a responder como actor público.

    El estudio también analiza los temas que dominan la conversación. Los asuntos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) representan el 16 % en la conversación espontánea, pero ascienden al 32 % cuando los CEO hablan directamente desde sus plataformas. La sostenibilidad ambiental y la inclusión femenina son los tópicos más destacados, aunque todavía existe amplio margen de crecimiento en diversidad y gobernanza. Esto muestra que cuando los líderes deciden tomar la palabra, logran abrir espacio a debates relevantes, aunque todavía de manera parcial.

    Otro hallazgo significativo es que los contenidos personales generan mayor conversación que los institucionales. Sin embargo, la mayoría de los CEO no consigue traducir ese interés en conexión genuina. La audiencia responde mejor cuando percibe autenticidad, cuando el mensaje va más allá del boletín corporativo y transmite experiencias, vulnerabilidad o visión. El canal está abierto, lo que falta es ocuparlo con narrativa estratégica y coherente.

    A nivel regional, la comparación es ilustrativa. En países como México o Brasil, varios CEO han entendido que su influencia digital es un activo clave. Líderes en sectores como banca, tecnología y consumo han convertido sus perfiles en espacios de reflexión sobre sostenibilidad, innovación y liderazgo empresarial. En Panamá el camino apenas comienza, pero la oportunidad es enorme: los ejecutivos que logren dar ese salto podrán posicionarse no solo en el ámbito local, sino también en el internacional.

    Brechas y oportunidades para una nueva voz

    El CEO Monitor 2025 también deja ver brechas que no pueden ignorarse. La más evidente es la de género: el 96 % de las menciones corresponde a hombres. Las mujeres CEO siguen siendo minoría en la conversación digital y, cuando aparecen, lo hacen principalmente en sectores vinculados a consumo o gestión operativa. Su presencia en industrias estratégicas como transporte, logística o tecnología es prácticamente nula. Esta invisibilidad plantea un doble desafío: la necesidad de ampliar la participación femenina en los espacios de liderazgo y de dar visibilidad a quienes ya ocupan cargos ejecutivos.

    El análisis también muestra que gran parte del discurso digital sigue centrado en resultados financieros o en logros institucionales, dejando en segundo plano temas de innovación, cultura o transformación social. Esto responde a una visión todavía conservadora del rol del CEO en el espacio digital, donde el riesgo de equivocarse frena la posibilidad de mostrar una voz más personal.

    “Estamos en una fase de transición: las audiencias no solo quieren escuchar a las empresas; quieren escuchar a las personas detrás de ellas con autenticidad”. Michelle Tuy, directora de LLYC Panamá
    y parte del equipo de autores del estudio.

    Sin embargo, como advierte Tuy, el cambio no pasa por hablar más, sino por hablar con estrategia: “El reto no es hablar más, sino hablar mejor: definir qué temas son relevantes, construir una narrativa coherente y sostenerla en el tiempo”. La clave está en elegir batallas, en identificar los temas que conectan con propósito y en sostenerlos con autenticidad.

    El impacto de esa transformación es profundo. Un CEO que construye credibilidad en redes no solo potencia su marca personal, sino que también amplifica la reputación de su empresa y contribuye a fortalecer la confianza en el entorno empresarial del país. En momentos en que Panamá busca consolidar su rol como hub regional, proyectar líderes cercanos, transparentes y con visión global es una ventaja competitiva.

    Además, el estudio subraya que la digitalización del liderazgo no es una moda pasajera. Es un cambio estructural que dicta la manera como las audiencias —desde empleados hasta inversionistas y comunidades— se relacionan con las compañías. En un mundo donde la confianza se ha convertido en uno de los activos más valiosos, los CEO que sepan comunicar con intención y propósito se posicionarán como referentes de credibilidad.

    En última instancia, el CEO Monitor Panamá 2025 funciona como un espejo. Un espejo que muestra tanto las fortalezas como las debilidades del liderazgo empresarial en el país. Y, sobre todo, una invitación a tomar acción. El desafío es pasar de un liderazgo institucional a uno con voz propia, capaz de inspirar y de marcar agenda en los debates que importan.


    Fotos de Aris Martínez

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