Durante casi un siglo, Rolex ha respaldado a exploradores en sus travesías por las regiones más remotas del mundo, como la primera expedición al Everest en 1953. Hoy, su Iniciativa Perpetual Planet continúa con ese legado, enfocándose en la protección ambiental a través de la ciencia.
A través de ella la marca colabora con expertos en los polos, montañas y selvas para estudiar los efectos del cambio climático. Por ejemplo, la expedición “Before It’s Gone” en el Ártico ha recopilado datos críticos sobre el hielo marino, mientras que en África, el conservacionista Steve Boyes documenta las aguas del continente, explorando su interconexión.
Un hito notable es la colaboración de Rolex con la National Geographic Society en una expedición de dos años en el Amazonas. A través de estudios del sistema fluvial desde los Andes hasta el Atlántico, los científicos buscan entender el impacto del cambio climático en la mayor selva del mundo. La expedición ha evaluado la salud del río, crucial para la biodiversidad global, y estudia la interacción entre comunidades locales y ecosistemas, como los manglares.
La exploración del pasado también es clave. En el monte Logan de Canadá, los científicos han extraído núcleos de hielo que podrían contener registros climáticos de hasta 30,000 años, lo que proporciona información invaluable para entender el futuro climático.
En paralelo, exploraciones en cavernas de la Amazonía colombiana lideradas por Francesco Sauro han descubierto formas de vida que podrían ofrecer pistas sobre la vida en otros planetas, aportando también datos sobre la evolución de la Tierra.
Rolex, a través de la Iniciativa Perpetual Planet lanzada en 2019, sigue comprometida a largo plazo con la ciencia y la exploración, colaborando con más de 30 socios globales y respaldando nuevas generaciones de científicos y conservacionistas. Esta iniciativa refleja el compromiso de la marca no solo con la aventura, sino con la preservación de la Tierra para futuras generaciones.
Fotos Cortesía Rolex