Desde hace casi medio siglo, Rolex y Wimbledon han escrito la historia más tradicional del tenis. Y en la final del Torneo 2024 se imprimió otro de los grandes capítulos cuando el embajador de Rolex, Carlos Alcaraz, demostró su inmenso talento, precisión y espíritu valiente para llevarse la victoria, 6-2, 6-2, 7-6, en 2 horas y 21 minutos, ganando su segundo Wimbledon, el cuarto título de Grand Slam® y el doblete Roland-Garros-Wimbledon, una de las hazañas más desafiantes del tenis profesional y destinada a que requiere que los jugadores hagan una transición exitosa de la tierra batida a la hierba en solo unas pocas semanas.
Rolex ha apoyado la excelencia en el tenis desde que se asoció con Wimbledon en 1978 y, durante casi medio siglo, el relojero suizo ha sido testigo de la creación de leyendas en este templo del tenis.
“El Rolex Daytona que llevo ahora mismo es también el reloj que llevé cuando levanté el trofeo de Wimbledon el año pasado. Ha estado conmigo en algunos momentos muy importantes y guarda muchos recuerdos de mi carrera tenística. El Daytona también tiene mucha historia deportiva”.
Carlos Alcaraz
Fotos Cortesía Rolex