‘La sociedad de la nieve’ Lecciones de una tragedia

El cine tiene la grandiosa posibilidad de recrear momentos históricos que nos acercan a hechos ajenos a nuestra memoria. Un accidente de avión a 6,000 metros de altura, rodeado de nieve, con temperaturas de -30° C, sin vegetación ni comida y que, para sobrevivir, los personajes deben recurrir a la antropofagia, suena a una perturbadora ficción hollywoodense. Sin embargo, el director español J. A. Bayona, con su maestría para relatar historias biográficas que llevan al límite la supervivencia y magnificencia de las personas en medio de la tragedia, nos introduce en este universo diegético desesperante y aterrador en su más reciente filme La sociedad de la nieve, donde, además, destaca la bondad, la unión y la voluntad de vivir del ser humano. Basada en el libro homónimo del periodista Pablo Vierci, el filme revisita las vivencias de un grupo de 45 pasajeros a bordo del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, que se estrelló en la cordillera de los Andes el 13 de octubre de 1972, cuando viajaba de Montevideo, Uruguay a Santiago, Chile.

“Los personajes se sacrificaron por otros… había algo que estaba por encima de ellos y de sus propias vidas, que tenía que ver con la amistad, el amor y la camaradería”.

— J.A. Bayona

De la montaña a la pantalla

A diferencia de otros dramas trágicos donde la naturaleza es antagonista, este filme se enfoca en transmitirnos los sentimientos y emociones de los personajes que nos adentran en la trama y nos hacen cuestionarnos ¿qué haríamos si estuviéramos ahí? Bayona logra la empatía del espectador con el uso del idioma, completamente hablada en español y con el acento uruguayo de los personajes reales que nos permite conectar con los protagonistas, cuyos intérpretes contaron con el asesoramiento de los supervivientes.

El actor Agustín Pardella conversó con uno de ellos, Fernando Parrado, quien le
comentó que “esto no es una aventura. Cuando vos te enfrentas a la muerte… y salís de ahí, no es una aventura. Yo lo que sentía era miedo… el miedo te salva y el pánico te mata”. Esta frase, por sí sola, define el tono narrativo del filme,
que no apunta a una hazaña heroica, sino a la incertidumbre que atravesaron
durante 72 días agonizantes.

“Era importante apegarse a la realidad lo más posible”, comentó Bayona a IndieWire, por lo que además de filmar la mayor parte en la Estación de Esquí de Sierra Nevada, España, también rodaron 10 días en el Valle de las Lágrimas, el lugar exacto donde ocurrió el siniestro hace 51 años. A través de planos panorámicos, el director expresa lo sublime de la cordillera, así como su inclemencia y la desolación en contraste con lo ínfimo del hombre ante la despiadada cordillera.

Por otro lado, reserva los planos más cerrados para las escenas dentro de los fuselajes del avión, donde se puede sentir, de manera claustrofóbica, el dolor y la angustia del grupo, así como la calidez y hermandad de quienes en todo momento dejaron de lado su instinto individualista para mantener a la mayoría con vida. La sociedad de la nieve nos llega, sin lugar a dudas, como un golpe de realidad, porque aunque resuene como una comunidad utópica, nos advierte de lo que se puede lograr cuando pensamos como grupo y no como individuos, y ese pensamiento no deja de ser relevante dentro de cualquier orden social.

Premiaciones

■ Una nominación
al premio BAFTA en la categoría de Mejor Película no hablada en inglés.

■ Dos nominaciones
a los Critic Choice Awards como Mejor Película Extranjera y Mejor Partitura Musical.

■ Una nominación
a Mejor Película Extranjera en los Globos de Oro.

■ Trece nominaciones
en los premios Goya, incluyendo Mejor Película y Mejor Director.

■ Dos nominaciones
al premio Oscar en las categorías de Mejor Película Internacional y Mejor Maquillaje y Peinado, cuyos ganadores se anunciarán en la ceremonia del 10 de marzo.

Ficha