3 diseñadores para ver en Panama Fashion Week
La cita más esperada de la moda en Panamá. Del 25 al 28 de septiembre de 2025, Ciudad de las Artes se convertirá en el escenario donde la moda y la cultura se entrelazan en la vigésima cuarta edición de Panama Fashion Week. Este espacio simbólico, concebido como un enclave que une patrimonio, arquitectura y creación contemporánea, será la nueva casa de un evento que trasciende lo estético para consolidarse como un manifiesto visual y cultural.
Más de 20 diseñadores nacionales e internacionales participarán en esta edición, reafirmando la importancia del evento como plataforma de proyección regional. Contemplando pasarelas, colaboraciones con marcas globales, proyectos solidarios como “Atardecer Rosa” y espacios de reflexión como los Fashion Talks. La campaña visual de este año, inspirada en la cultura callejera y el arte pop, dialoga con la sobriedad arquitectónica del venue, proponiendo un choque estético intencional que refleja la diversidad y la energía de la moda contemporánea.
Dentro de esta vibrante programación, tres nombres resuenan con fuerza: Daniela Arias de Panamá, Abel López de México y Faride Ramos de Colombia. Cada uno representa una voz distinta y poderosa, pero todos convergen en un mismo propósito: mostrar al mundo que la moda latinoamericana tiene identidad, sofisticación y un potencial ilimitado.
Daniela Arias | Casa Marciscano
La diseñadora panameña Daniela Arias, fundadora de Casa Marciscano, regresa a la pasarela tras una pausa significativa desde 2020. Su nueva colección, Interludio, es un relato sobre los encuentros, los opuestos y las pausas que generan transformación. “Interludio es la pausa donde nace lo nuevo”, explica Arias, subrayando que este regreso simboliza tanto un renacer creativo como personal.
“La colección representa un nuevo capítulo en su trayectoria y un recordatorio de que las pausas también son fértiles”.
La colección juega con los contrastes: cuero frente a sedas, tules bordados frente a pedrería. Cada material se convierte en metáfora de atracción, fricción y fusión, conceptos que sintetizan el espíritu de la propuesta. Para Arias, más allá de lo estético, la colección representa un nuevo capítulo en su trayectoria y un recordatorio de que las pausas también son fértiles.
Lo que distingue a Casa Marciscano es su capacidad para reinterpretar la artesanía panameña en un contexto contemporáneo. Arias no la utiliza como adorno, sino como lenguaje: bordados y tejidos tradicionales se trasladan a siluetas minimalistas y actuales, creando piezas que conviven con naturalidad en un guardarropa global sin perder su raíz cultural.
La diseñadora reconoce los desafíos de construir moda con identidad en un país donde la industria aún está en desarrollo. Sin embargo, su visión es clara: mostrar una moda panameña sofisticada y lista para dialogar con el lujo internacional. La mujer que viste Casa Marciscano, afirma, es sofisticada, segura y libre, alguien que no se rige por tendencias sino por su propia narrativa personal.
“Más que mostrar ropa, quiero mostrar una forma de ver la moda panameña”, concluye Daniela Arias, dejando claro que su regreso no es sólo una pasarela, sino una declaración de intenciones.
Abel López
Desde México, Abel López aterriza en Panamá con la promesa de un desfile audaz y sorprendente. Reconocido por su maestría en la sastrería contemporánea, López ha construido una propuesta donde la sofisticación latina convive con influencias nórdicas y un constante ejercicio de innovación. Para él, la moda es un proceso de evolución: “Siempre busco que exista una atmósfera de sorpresa, que el diseño no se petrifique, sino que siga en movimiento”.
“La indumentaria es un cúmulo de ideas, costumbres y exploraciones; es un reflejo de nuestra estadía en la tierra”, asegura.
Su colección para PFW 2025 se inspira en el océano y su profundidad acuática, trasladada a un lenguaje retrofuturista. Siluetas con volúmenes generosos, líneas ovoides y cortes galácticos reinterpretan la imagen de una princesa del 2026. El resultado es un espectáculo visual que celebra la fluidez, la audacia y la experimentación.
López encuentra en Latinoamérica una fuente inagotable de inspiración: la mujer latina, con su fuerza y autenticidad, es el centro de su proceso creativo. Desde la arquitectura hasta la esencia cultural de la región, todo se convierte en material para reinterpretar la sofisticación. “Hay una hermandad en lo latino que me inspira profundamente y me permite entender y reinterpretar a la mujer desde un ADN común”.
Comprometido con la sostenibilidad, López evita el sobreinventario y reutiliza retazos de casas de lujo, dándoles una segunda oportunidad. Desde detalles mínimos como empaques hasta procesos productivos, la conciencia ambiental atraviesa su trabajo. “Es un compromiso con mi equipo, con el ahorro y con la tierra misma”, afirma.
Para él, la moda no solo es estética: es también revolución y libertad de expresión. Cada prenda refleja las transformaciones sociales y personales de nuestra época. “La indumentaria es un cúmulo de ideas, costumbres y exploraciones; es un reflejo de nuestra estadía en la tierra”, asegura.
Presentarse en Panamá es un reto que lo emociona: “No es mi país, ni mi zona de confort, pero me ilusiona profundamente. Estoy listo para proponer y para que el público decida si se conecta con mi voz”. En esa vulnerabilidad, Abél López encuentra también la magia de la moda: el diálogo con lo desconocido.
Faride Ramos
El gran cierre de PFW 2025 estará a cargo de Faride Ramos, diseñadora colombiana que ha hecho de la moda un espacio de reflexión social y empoderamiento femenino. Su marca se define como un universo sartorial donde conviven atemporalidad, versatilidad y memoria. “No es solo ropa, es una narrativa construida desde lo femenino y el poder de habitar el cuerpo con autenticidad”.
Con textiles cargados de historia, gestos sutiles y siluetas reinterpretadas, Ramos propone una estética no domesticada, sofisticada y profundamente contemporáne.
Su nueva colección rechaza el cliché del “tropical chic” y busca deconstruir la mirada estereotipada hacia lo colombiano y lo latinoamericano. Con textiles cargados de historia, gestos sutiles y siluetas reinterpretadas, Ramos propone una estética no domesticada, sofisticada y profundamente contemporánea. Su objetivo es sensibilizar al público y abrir un diálogo más honesto sobre la identidad y el diseño de autor en la región.
Ramos trabaja desde una convicción clara: la moda es una herramienta de transformación social. Cada prenda es un acto de visibilización y empoderamiento, una invitación a repensar la feminidad y la sensualidad desde la libertad. La mujer Faride Ramos es múltiple, compleja y cambiante: alguien que se viste para sí misma, que valora la historia detrás de cada prenda y que entiende la moda como una declaración política.
En su preparación para PFW, la diseñadora sigue un calendario riguroso, pero también deja espacio a la intuición. Para ella, cada desfile es un acto de exposición y vulnerabilidad, pero también una oportunidad de transmitir un mensaje. “Me gustaría que el público se vaya con la sensación de haber sido testigo de algo honesto, con más preguntas que respuestas sobre la identidad, la belleza y el poder de lo que elegimos usar cada día”.
Con esta propuesta, Faride Ramos no solo presentará una colección, sino un manifiesto que desafía y expande la forma en que entendemos la moda en América Latina.
Un manifiesto latinoamericano en pasarela
Daniela Arias, Abel López y Faride Ramos representan tres visiones distintas, pero profundamente conectadas. Casa Marsiscano reinterpreta la artesanía panameña desde la sofisticación contemporánea, Abel López fusiona la sastrería futurista con ADN latino, y Faride Ramos utiliza la moda como lenguaje de identidad y transformación social.
Su presencia en Panama Fashion Week 2025 confirma que la región está lista para mostrar al mundo una moda con profundidad, narrativa y propósito.
Tres países, tres trayectorias y una misma convicción: que la moda latinoamericana no es solo estética, sino también historia, memoria y proyección global.
Este septiembre, la Ciudad de las Artes no será solo el escenario de un desfile: será el epicentro de un manifiesto compartido, donde creatividad, identidad y visión convergen en cada paso sobre la pasarela.
Fotos cortesía