En 1969, en plena revolución cultural y artística, Cartier presentó en Nueva York una pulsera que cambiaría la historia de la joyería: la LOVE, diseñada por Aldo Cipullo. Su forma ovalada, pensada para abrazar la muñeca como un símbolo de unión, rompía con los cánones clásicos. Los tornillos visibles, inspirados en objetos industriales, se convirtieron en su sello distintivo y en un manifiesto radical para la época.
Muy pronto, la pulsera trascendió como ícono cultural. Su diseño unisex, puro y reconocible, la hizo evolucionar en múltiples versiones: con diamantes, en tamaño pequeño o mediano, en colgante, con piedras preciosas y hasta multiplicada por dos o más. El mensaje era siempre el mismo: un amor eterno, visible y sin concesiones.
Con LOVE Unlimited, Cartier transforma un ícono en un nuevo gesto de amor: íntimo, táctil y compartido, uniendo innovación y tradición en una joya para siempre.
Décadas después, Cartier volvió a innovar con LOVE Unlimited, una reinterpretación flexible que conserva el espíritu del modelo original, pero lo transforma en una joya ergonómica y táctil. Tras más de un centenar de pruebas, nació una pulsera compuesta por 200 componentes miniaturizados, con un sistema de cierre invisible patentado que asegura comodidad y continuidad visual.
Disponible en oro blanco, rosa o amarillo, esta versión permite además unir dos pulseras, en pareja o hasta el infinito, para reafirmar que el amor nunca conoce límites.
Ergonómica y elegante, la pulsera LOVE Unlimited es una proeza de innovación. Su efecto de segunda piel requirió más de cien pruebas y prototipos hasta alcanzar la perfección final.
El cierre invisible patentado de LOVE Unlimited permite unir dos pulseras y convertirlas en un gesto compartido.
Cada tornillo de la pulsera, pulido minuciosamente a mano, multiplica los reflejos de luz. Los ‘godrons’ gallonados refuerzan un dinamismo joyero único, fruto de más de cien pruebas y prototipos.
Fotos cortesía de Cartier
