Viña Sulibarria produce 50.000 botellas al año.
La bodega colinda con la Torre de Loizaga, reconstruida por un empresario de la zona, Miguel de la Vía, para resguardar su colección Rolls Royce, la más importante de Europa, y otros autos singulares llenos de historia. Gracias a Unai Sulibarria, tuve la oportunidad de volver a visitar ese lugar emblemático, esta vez, acompañado de David, encargado de mantener en perfecto estado cada vehículo. Escuchar cada una de sus explicaciones fue una grata experiencia, y ver de su mano pabellones llenos de Rolls, algunos de los cuales pertenecieron a la reina de Inglaterra, al Sha de Irán, o al príncipe de Arabia. Otros autos míticos completan la colección, como el Lamborghini utilizado como safety car en la 40 edición del Gran Premio de Mónaco en 1982.
Producto de la casualidad, o quizá por un motivo mágico, en un entorno
lleno de robles centenarios casi escondido en tierras vascas, se juntan el arte,
la tradición, la cultura, y la perfección. Junto al tesón y buen hacer de las personas continúan la tradición del Txakoli y su cultura.
