jueves, agosto 14, 2025

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    Redes que impulsan la innovación

    Ningún emprendimiento prospera en aislamiento. Las grandes ideas requieren más que talento y esfuerzo: necesitan contexto, conexiones y colaboración. En Panamá, donde el ecosistema de innovación ha cobrado fuerza en los últimos años, las redes de apoyo son y han sido claves para activar ese entorno. Más allá de recursos financieros, estas redes representan un puente entre ideas y oportunidades.

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    Ecosistema activo

    Las redes de apoyo cumplen un papel como base invisible que sostiene la innovación. No se ven o se tocan como los altos edificios que caracterizan nuestro skyline o los fondos de inversión, pero sostienen el crecimiento de los emprendimientos con algo igual de valioso: comunidad, validación y aprendizaje. Son estructuras que permiten que lo intangible se vuelva tangible: confianza, mentoría, colaboración y apertura al riesgo.

    Ejemplos concretos muestran su valor. La Fundación Ciudad del Saber, con su Centro de Innovación, ha creado un entorno propicio para startups, facilitando programas de incubación, mentorías, coworking y visibilidad. El programa Canal de Empresarias destaca por su enfoque en el liderazgo femenino; recuerdo con gratitud haber conocido a mentores y clientes gracias a este programa, que demuestra cómo una red bien articulada puede transformar una idea en oportunidad.

    Iniciativas como las de Ampyme han permitido que emprendedores accedan a capital semilla y formación, mientras que programas impulsados por Senacyt han y siguen fomentando la innovación mediante financiamiento no reembolsable. Otros ejemplos, como la alianza entre AEI Panamá, Escala Latam y CAF, han concretado la conexión de capital inteligente con emprendimientos escalables en etapa temprana. Organizaciones como IEEE Emprendimiento, en la que participo como voluntaria y líder regional, han sido testigos del potencial que tiene Panamá para generar valor a través de la investigación y la colaboración activa con universidades y centros de conocimiento.

    Los espacios de coworking, por otra parte, cumplen una doble función: infraestructura física y catalizador social. Estos espacios no solo brindan escritorios, sino comunidades y puntos de encuentro para quienes están empezando. Eventos como meetups, actividades periódicas donde se congregan personas con un tema común, refuerzan esa cultura de apertura y colaboración. En mis inicios como emprendedora, estos espacios fueron esenciales para conocer a otros emprendedores y sentir el valor de pertenecer a una comunidad.

    Las empresas privadas también tienen su espacio en este ecosistema: retos de innovación abierta, hackathons y alianzas con startups para resolver desafíos de la industria. Los gremios y cámaras empresariales  generan espacios de discusión también, promueven políticas públicas a favor de la innovación y conectan a emprendedores con el sector productivo. Las ONG juegan un papel clave de igual manera, aportan un enfoque de inclusión, apoyando a emprendedores de comunidades vulnerables, fomentando la sostenibilidad.  Las universidades (como la Universidad Tecnológica de Panamá) se convierten en semilleros de talento, al diseñar programas  como incubadoras, laboratorios de innovación y programas de emprendimiento que vinculan a estudiantes con el mercado. 

    Lo más poderoso de estas redes es que van más allá del financiamiento. Si bien muchas conectan con recursos económicos, su verdadero valor está en cultivar una cultura emprendedora basada en el intercambio de experiencias y el aprendizaje colectivo.

    A pesar de la existencia de estas redes, persisten desafíos. Nuestro ecosistema sigue concentrado en la ciudad capital.  Se hace necesaria una mayor inclusión de mujeres, especialmente en startups de base tecnológica; se hace necesaria una articulación más clara entre actores públicos, privados y académicos. Las bases están ahí, y las redes que existen hoy día han demostrado que, con voluntad y visión, el ecosistema puede fortalecerse.

    Por eso, más que un mapa de actores o recursos, este artículo es una invitación a formar parte activa del ecosistema de innovación. Únase a una de estas redes, participe en estos eventos, sea un mentor, comparta sus experiencias, procure alianzas con actores del ecosistema. Cada conexión suma. En Panamá, las redes no solo apoyan el emprendimiento: lo hacen posible.


    Fotos cortesía
    * La autora es miembro de ADP, consultora en tecnología y mentora comprometida con la innovación, liderazgo y emprendimiento inclusivo.

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