La semaglutida no es una palabra en tendencia. No es tema de conversación en un coctel ni logra hacer más llamativo un titular noticioso. Pero el nombre comercial que le ha dado el laboratorio danés Novo Nordisk sí lo es: Ozempic, está en todas partes. Incluso en la última alfombra roja de los Óscar. El anfitrión de la gala hizo chistes sobre su uso entre los estelares y delgados asistentes.
Bromear sobre el sobrepeso es amargo. Eso lo sabe Oprah Winfrey, quien en pantalla ha ganado y perdido libras varias veces. En marzo hizo un especial llamado Vergüenza, culpa y la revolución de la pérdida de peso, teniendo como protagonistas a nuevos medicamentos para adelgazar. Ya se sabe que el público critica a las famosas que ganan peso y también las juzga por medicarse para adelgazar. La obesidad y el sobrepeso tienen un estigma, la sociedad y el paciente sienten que su problema es falta de voluntad.
En una cultura obsesionada con adelgazar, no solo las personas con sobrepeso vuelven la mirada al oír de medicamentos con efecto reductor. Pero, querer perder peso de manera exprés para una boda o una alfombra roja ha sido un uso inadecuado y desaconsejado de estos nuevos medicamentos por sus fabricantes y por los médicos.
Aun así, en redes sociales abundan los influenciadores que hablan de cómo perdieron dos o más tallas gracias a una semaglutida o similar. El resultado es que más gente cree que puede obtener así de fácil ese beneficio sin supervisión médica.
Este abuso ha llevado a desabastecimiento y a falsificaciones. Entre octubre y noviembre de 2023, el Ministerio de Salud de Panamá emitió tres comunicados que alertaban sobre la falsificación de Ozempic y Saxenda (liraglutida), sobre todo compradas a través de internet. Este informe era parte de un aviso internacional. La automedicación puede generar hipoglucemia (bajones de azúcar) que requiere atención hospitalaria.
En 2017, la Food Drug Administration, FDA, dio su visto bueno a Ozempic en pacientes con diabetes tipo 2. Un año después, la Agencia Europea de Medicamentos aprobó su uso por demostrar que era “eficaz para controlar el nivel de glucosa en la sangre. El tratamiento con Ozempic también ayudó a perder peso, lo cual se considera beneficioso en los pacientes diabéticos”.
En 2021, la FDA aprobó Wegovy, también semaglutida, para pacientes con sobrepeso u obesidad, aunque no tuvieran diabetes, siempre y cuando presentaran además alguna condición asociada al exceso de peso.
Con el impulso de Ozempic y Wegovy, el laboratorio danés Novo Nordisk superó el año pasado a LVMH (Louis Vuitton) como la empresa europea mejor valorada. Al cerrar el año duplicó sus ganancias de 2022. Lars Fruergaard Jorgensen, presidente y consejero delegado de la compañía, dijo sobre estos resultados: “Estamos muy satisfechos con el sólido desempeño en 2023, que refleja que más de 40 millones de personas se benefician ahora de nuestros innovadores tratamientos para la diabetes y la obesidad”, según recogieron medios financieros como Forbes España.
“No se trata solo de inyectarse un medicamento; es sobre adoptar un estilo de vida más saludable en conjunto”.
Daniel Abouganem, endocrinólogo.
Contra la diabetes y la obesidad
Los fármacos que contienen semaglutida y liraglutida actúan imitando una hormona que produce el cuerpo, la GLP-1. Esta hormona estimula la producción de insulina, reduce la glucosa en sangre y además promueve la sensación de saciedad y desacelera el vaciamiento gástrico. Esto explica la pérdida de peso significativa.
El médico familiar Hiram Martín De Mera ha utilizado este producto con diferentes pacientes. Señala como una de sus cualidades un beneficio cardioprotector. Las pruebas de laboratorio demostraron que la semaglutida no solo no era peligrosa para el corazón, sino que ejercía un efecto protector.
De Mera agrega que estas innovaciones farmacológicas tienen sus raíces en investigaciones de hace dos décadas. El prototipo fue el exenatide, conocido comercialmente como Byetta. Aunque inicialmente los precios eran muy elevados y su aplicación limitada, el desarrollo continuo ha ampliado significativamente las opciones disponibles, ofreciendo medicamentos con aplicaciones semanales que son más convenientes para los pacientes.
¿Cómo se usa?
No basta con inyectarse
Ozempic, al igual que otros fármacos que contienen semaglutida, se inyecta una vez a la semana. La inyección se asemeja a una pluma con una aguja muy pequeña. Se puede empezar con dosis bajas de 0.25 mg e ir aumentado. Según la cantidad también varía el costo del tratamiento, que no es barato.
El endocrinólogo Daniel Abouganem tiene 40 años de experiencia en su consulta y considera que medicamentos como los que contienen semaglutida están marcando una diferencia en el manejo de la obesidad, sobre todo si lo compara con opciones de hace una década, que solo se podían recetar por poco tiempo y que afectaban el corazón.
Al mes de usar la semaglutida, los pacientes llegan a su consultorio generalmente con una sonrisa. Los efectos son así de rápidos. Sin embargo, estos resultados no vienen solos.
A sus pacientes les insiste en que el uso del fármaco debe acompañarse de cambios en el estilo de vida, como una alimentación más saludable e incorporar más actividad física. La obesidad es una condición compleja que abarca aspectos nutricionales, psicológicos y físicos. “No se trata solo de inyectarse un medicamento; es sobre adoptar un estilo de vida más saludable en conjunto”.
Personas que desean bajar 10 o 20 libras para alcanzar un peso que consideran ideal no son los mejores candidatos para estos tratamientos. Sobre todo porque los utilizan por su cuenta, sin visitar a un doctor, sin exámenes médicos previos, lo que también las expone a hacer uso de dosis muy altas que pueden llevarlas a un cuarto de urgencias.
En 2023, el laboratorio danés Novo Nordisk, fabricante de Ozempic, superó a LVMH (Louis Vuitton) como la empresa europea mejor valorada. Al cerrar el año duplicó sus ganancias de 2022.
Por otro lado, las pérdidas aceleradas de peso pueden resultar en un adelgazamiento y aspecto envejecido del rostro. Sobre este tema, El País de España, después de los Óscar, publicó el artículo “A Hollywood se le ha puesto cara de Ozempic. Por qué puedes parecer diez años mayor después de inyectarte”.
Testimonios de usuarios
Gloria* había subido 35 libras después de un embarazo que había requerido que se inyectara hormonas. Su endocrinóloga le dijo que la mejor manera de adelgazar era usar Ozempic. Cuando le explicó que el medicamento era mediante inyecciones no se sintió intimidada, pues antes se había inyectado hormonas. Estaba familiarizada.
Óscar* llegó hasta un médico familiar después de que unos exámenes mostraran que sus niveles de azúcar estaban elevados. Él, quien mide casi 1.90m, siempre fue un hombre muy activo físicamente, pero una lesión en la rodilla lo inmovilizó por meses y llegó a pesar 300 libras. En su familia hay casos de diabetes. Después de escuchar todas las indicaciones y contraindicaciones del medicamento, optó por su uso.
Gloria llegó a sentir constantes náuseas y síntomas de estreñimiento que le duraban hasta cinco días. Poco después de empezar su uso le fue detectada una irregularidad en la tiroides y supo que el medicamento estaba contraindicado en pacientes con antecedentes de cáncer de tiroides. Otro examen detectó que no era una condición maligna y ella siguió usando la semaglutida.
Óscar no sintió grandes cambios los primeros días. Pero en dos semanas empezó a notar la diferencia en la ropa que le quedaba más holgada. También sentía mucho menos apetito. En un mes perdió 10 libras. Hasta ahora no ha reportado un síntoma adverso.
Gloria utilizó Ozempic por aproximadamente siete meses. Disciplinada, al salir de viaje llevaba su pluma inyectable en una neverita para cumplir con su inyección semanal. Pero ella no vio los resultados dramáticos que tuvieron otras personas a su alrededor, que perdieron hasta 30 libras.
La clave del éxito de estas personas, observa Gloria, fue cambiar radicalmente sus hábitos alimenticios. En su caso, nunca le dijeron que fuera necesario modificar su dieta o aumentar la actividad física. Llegó a la conclusión de que hacer todos esos cambios igual le harían perder peso sin tener que inyectarse ni medicarse. Dejó de utilizar el medicamento.
Óscar, al momento de esta entrevista, llevaba dos meses con el tratamiento. Él camina todas las mañanas en el parque y mantiene un horario de comidas “para ayudar al medicamento”, dice. Se siente satisfecho con los resultados.
Para quién no es este tratamiento
El uso de semaglutida tiene dos efectos secundarios que se mencionan en la página web de Novo Nordisk. Para Ozempic serían: náuseas, estreñimiento, diarreas, vómitos y dolor abdominal.
El endocrinólogo Daniel Abouganem explica que estos efectos pueden manejarse adecuadamente y que la comunicación constante con el profesional de la salud es vital.
A su consulta hace tres años empezaron a llegar pacientes preguntando por
este medicamento o con las cajetas de muestra. Las traían de Israel o de Brasil. Eso lo llevó a investigar el fármaco.
También le ha tocado no recomendar su uso. Pacientes con gastroparesia o historial de ciertos tipos de cáncer, como el de tiroides, no pueden usarlo. La gastroparesia es un trastorno que afecta el movimiento normal de los músculos del estómago, que provoca que se ralenticen o detengan. Esto impide que el estómago se vacíe correctamente. En un estómago que funciona normalmente, los músculos estomacales impulsan los alimentos hacia el intestino delgado para su digestión y absorción.
En una cultura obsesionada con adelgazar, no solo las personas con sobrepeso vuelven la mirada al oír de medicamentos con efecto reductor.
Los síntomas de la gastroparesia incluyen náuseas, vómitos, sensación de plenitud después de comer poco, pérdida de apetito y dolor abdominal. Estos síntomas contribuyen a la pérdida de peso abrupta y a la desnutrición.
Tampoco está indicado en pacientes con problemas hepáticos o pancreáticos. Explica el doctor Abouganem que los pacientes que insisten en no cambiar sus hábitos alimenticios pueden, más probablemente, experimentar algunos de los síntomas anteriores.
Ozempic lleva cinco años en el mercado. En su página web la compañía farmacéutica explica que aún no hay estudios a largo plazo que contesten a la pregunta de qué pasa después de dejar de usar la semaglutida.
Por su parte, el doctor Hiram Martin De Mera subraya la necesidad de hacer uso de estos medicamentos con la guía de un especialista y previo a exámenes médicos. Una vez que se usan debe hacerse un seguimiento.
Otro factor importante a tener en cuenta es el costo. Según las dosis y dónde se compre, puede representar entre 200 y un poco más de 300 dólares al mes, lo que lo hace prohibitivo para la mayoría. Es importante considerar el costo-beneficio y la sostenibilidad del tratamiento.
Los especialistas son optimistas en cuanto al futuro de los fármacos contra la obesidad. El uso más extendido de estos medicamentos puede llegar a disminuir su costo y que también sea cubierto por las aseguradoras.
Desde 1990, la obesidad se ha duplicado entre los adultos de todo el mundo, y se ha cuadruplicado entre los adolescentes, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Los entornos cada vez más sedentarios, el difícil acceso a comida nutritiva y a espacios para ejercitarse influyen en estos números.
La búsqueda de respuestas al tratamiento del sobrepeso y la obesidad seguirá siendo un tema relevante. No existe una solución única ni mágica. El manejo integral y la guía de especialistas pueden lograr mejoras significativas en la calidad de vida.
*El nombre ha sido cambiado.
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