Natalie Salzmann, la apasionada fundadora y head baker de Krume Bäcker, trae consigo una tradición arraigada en las montañas de Tirol, Austria. Su amor por el pan se remonta a su infancia en la pintoresca aldea de Pfunds, donde las recetas de su tía abuela Cilli (Q.E.P.D.) se convirtieron en el fundamento de su conexión con la panadería.
La semilla de la idea de abrir una panadería en Panamá germinó cuando Natalie, en busca de opciones nutritivas para su hija Rajel, quien enfrentaba una intolerancia al gluten, hizo de ello una prioridad. Fue entonces cuando recurrió a las recetas de pan con masa madre que había heredado de su tía abuela, utilizando métodos caseros que se habían transmitido de generación en generación en su familia.
Hace quince años, cuando llegué a Panamá, mi plan no era abrir una panadería; el pan para mí, especialmente el de masa madre, es y siempre ha sido parte de una tradición familiar”.
— Natalie Salzmann
En Krume Bäcker, la autenticidad es la clave.
La conexión con agricultores locales y el uso exclusivo de materias primas completamente naturales reflejan la esencia de la tradición austriaca. Cada pieza de pan es el resultado de una cuidadosa elaboración artesanal y orgánica, siguiendo los métodos que han sido parte de la herencia de Natalie.
Desde las montañas de Tirol hasta las tierras panameñas, Krume Bäcker fusiona la rica tradición austriaca con el vibrante sabor de Panamá.
Cada bocado cuenta una historia que se remonta a generaciones, donde el amor por el pan se convierte en una experiencia que trasciende fronteras y conecta corazones a través de la deliciosa artesanía de Natalie Salzmann.
