POR: LUCERO MALDONADO
FOTOGRAFÍA: ANDRÉS SALAZAR
KC Hardin nació en Miami, vivía en Nueva York, pero varias olas lo trajeron a Panamá. Vio el potencial subyacente que ve el inmigrante, construyó una familia, aprendió una nueva
industria, y por amor a las preocupaciones del barrio que habita desarrolló una firma que busca la convivencia armónica entre lo rentable y sentimental.
Para esta sesión de fotos, Revista Investor recorrió manzanas variopintas del Casco Antiguo junto a KC, hicimos una parada y nos tomamos un café con una empanada. Ya se iba sin pagar la cuenta y riéndose dijo: ‘Todos me conocen, me siento en casa y me voy sin darme cuenta de que no pagué.
Mi esposa viene luego preguntando y pagando’.
¿QUÉ LO TRAJO A PANAMÁ?
Después del 11 de septiembre de 2001, trabajando como abogado por 5 años en un bufete muy grande en Nueva York, empecé a pensar qué quería realmente, llegué a la conclusión de que no quería quedarme en Estados Unidos. Siempre me fascinó la parte del Caribe de Costa Rica, entonces noté que había unas islas en el Caribe de Panamá con buenas olas y me vine a surfear en 2002, y en ese primer viaje de 2 semanas decidí comprar el Hotel Bocas que estaba en venta y muy barato. Llamé a mis colegas en Nueva York y les dije: ‘Bueno, señores, no estoy renunciando pero acabo de comprar un hotel, ahora soy hotelero y tengo que atender mi hotel’. Ellos me dijeron: ‘tranquilo, regresa cuando quieras’. Seis años después me llamaron, y me dijeron ‘parece que no vas a regresar’. En ese primer año manejando el hotel, entró por la puerta una muchacha que ahora es mi esposa.
¿SE CONOCIERON CASUALMENTE?
Ella estaba trabajando en el Instituto Smithsonian que tiene una estación en Bocas y estaba buscando dónde quedarse, porque por algún motivo las habitaciones del Smithsonian estaban cerradas, y yo le dije: ‘estoy lleno’.
¿USTED ESTABA EN LA RECEPCIÓN?
Sí, yo tenía el segundo peor hotel de Bocas. Ella tuvo que quedarse en el peor hotel, eran Fiestas Patrias, al día siguiente la encontré desayunando en un restaurante. Los dos madrugamos, y en eso coincidimos. Según ella, me mandó señales, pero por algún motivo yo estaba estricto en ese momento.
¿QUÉ PASÓ DESPUÉS?
Mi hotel se desocupó y la invité a quedarse más días. Pero ella se fue.
Yo tenía un amigo en el Smithsonian, lo llamé, me pasó su teléfono y la llamé, le dije: ‘estoy pasando por la capital ¿podemos cenar?’. Para estar más cerca de ella alquilé un apartamento en Casco Viejo. Poco a poco empezamos a salir, me dio dengue y para recuperarme pasé un mes en mi apartamento en Casco Viejo. Ella venía con frecuencia a traerme sopa y, bueno, nunca regresé a Bocas.
¿A QUIÉN LE VENDIÓ EL HOTEL?
A tres gringuitos, recién salidos de la universidad (los mismos tres socios de Lunas Castle y bar Relic), les vendí otras propiedades, me fui de Bocas y me planté aquí en Ciudad de Panamá por mi esposa Patricia Pinzón. Viviendo en el Casco empecé a conocer a la gente y quedé enamorado de la potencia y la posibilidad como el lugar del cambio. En 2004, formamos la empresa Conservatorio.
¿QUÉ VISLUMBRÓ DESARROLLAR?
Uno, la potencia turística, y aún estamos dando el primer paso en el turismo veinte años después, y por ser extranjero entendí qué buscan los extranjeros.
Cuando hablo del Casco hablo del Centro Histórico, San Felipe, Santa Ana, hasta Calidonia, el área caminable. Un ser humano no se va a sentir cómodo caminando entre rascacielos porque la escala es muy grande y el peatón es la segunda o tercera prioridad. Eso no fue así antes, porque el peatón era la prioridad, se construía con sombra, con aceras para ir a hacer compras caminando. Vi el potencial del Centro Histórico para convertir áreas con una mejor calidad de vida, no es lujo, porque hay gente que tiene carro y helicóptero y puede vivir donde quiera, pero no puede cubrir sus necesidades caminando.
¿CUÁL FUE ESE PRIMER EDIFICIO?
El edificio Conservatorio (en Plaza Herrera), de ahí sacamos el nombre de la empresa, era el Conservatorio Nacional de Música, hicimos una reestructuración muy leve para alquilarlo y se lo prestamos a Danilo Pérez, para la Fundación de Jazz.
Danilo Pérez estaba buscando dónde ubicar su fundación y lo invitamos, le gustó la idea, su visión de un cambio en la sociedad a través de la música convino con nuestra visión y le prestamos gratis a Danilo la parte baja por 10 años para las clases de música a niños, y en la parte alta teníamos apartamentos para artistas.
¿CUÁL FUE EL SEGUNDO EDIFICIO?
El edificio Benedetti, algo más de lujo, y después hicimos otro de bajo costo que se llama La Explanada, los apartamentos costaban 33 mil dólares. Siempre fuimos con ese ritmo, de accesible y de lujo, y lo hemos mantenido hasta ahora.
¿CUÉNTENOS EL PROYECTO CALLE 15?
En la calle 15, son 148 apartamentos en 5 edificios dentro del Casco Antiguo de la Unesco. Eran espacios baldíos. Hemos sido muy cuidadosos a través de los años de no comprar muchos edificios ocupados. La 15 surgió porque tiene los pilares que siempre queremos: de residencia accesible y de lujo; ingresos mixtos; cultura y comercio.
Hay apartamentos de 300 mil dólares y hay de 79 mil dólares. Siempre mezclamos comercio con algo cultural, son 15 locales pero también hay un teatro. Hemos lanzado un fondo de inversión inmobilaria cotizado en la bolsa de valores, SUR Fund Casco Antiguo (Surfca), para inversionistas de todos los tamaños en nuestros activos.
EN LA RAMA HOTELERA RESTAURARON EL AMERICAN TRADE HOTEL
Lo terminamos en 2013, hicimos 3 hoteles cada uno más grande: en 2007 Canal House con tres habitaciones, después lo vendimos, ahora son casas. Luego Las Clementinas en 2010 con 9 habitaciones, y en 2013 escalamos a 50 habitaciones.
¿HA SIDO FÁCIL CONSEGUIR LOS PRÉSTAMOS BANCARIOS PARA CONSTRUIR? ¿SON INVERSIONISTAS PRIVADOS O ES SU APORTE?
Es una mezcla entre inversionistas locales, extranjeros y bancos locales. Los bancos nos han súper apoyado, pagamos y tenemos las puertas abiertas.
¿CÓMO SURGIÓ LA IDEA DE HACER EL PRIMER HOTEL DE GRAN ENVERGADURA EN EL CASCO?
El edificio del American Trade Hotel había sido ocupado por pandillas muchos años.
Los dueños originales lograron mudar las pandillas a dos calles y luego nos vendieron
el edificio que tenía toda la pinta de ser hotel, hubiera sido una pena convertirlo en
apartamentos u oficinas.
DE LOS 3 HOTELES, PASARON AL EDIFICIO SANTA FAMILIA (DE GAMA ALTA), ¿CÓMO FUE EL INTERVALO?
Santa Familia ocupa 11 lotes que nos tomó 11 años comprarlos, y en el intervalo lo prestamos a varias organizaciones culturales y ONG.
¿LOS PRESTAN SIN MIRAMIENTO?
Algunos a lo mejor pagaban para cubrir mantenimiento, luces, costos necesarios.
¿DE DÓNDE VIENE ESA EMPATÍA?
Esa es una filosofía, los edificios aunque su uso sea neutral, son positivos o negativos.
Un edificio abandonado es negativo, un edificio ocupado con cosas positivas es positivo. Cuando hay especuladores que dejan edificios abandonados es negativo si el edificio tiene la posibilidad de ser utilizado, aunque no esté renovado. Hay organizaciones que traen muchos beneficios y mucho valor al Casco Antiguo pero no pueden pagar alquileres (altos), por ejemplo la Fundación Calicanto que capacita a mujeres, otras fundaciones empezaron ahí, como Enlaces, el colectivo de arte, y más. Si podemos prestar el edificio, es lo correcto, no merecemos un premio por eso.
En Santa Familia tuvimos estas organizaciones creando un ecosistema de impacto positivo
y de ahí viene la idea piloto de La Manzana (complejo residencial, cultural, de oficinas y parte turística). Este es uno de los 5 edificios de calle 15 y es el ancla cultural comercial. Hacemos desde ferias de salud con el centro de salud de Santa Ana hasta Fashion Week Panamá, llevamos música, actos culturales, con un área de aforo para 150 personas en un espacio de 400 metros cuadrados. También un turista puede quedarse de noche en las habitaciones.
En ciudades como Barcelona o Lisboa caminas y ves un edificio de apartamentos, un café, un teatro, un hotel, un taller de artistas, todo en la misma calle, nosotros como promotores, tenemos ese proceso de curación.
¿ESE PASADIZO AL FUTURO EN LA 15, DE QUÉ MANERA SIRVE A LA COMUNIDAD?
Se va a seguir desarrollando, me hace sentir muy
cómodo el proceso de la primera instancia. Tuvimos apartamentos desde $80,000, de 2 recámaras con mensualidades de $400, significa que una pareja formada por ejemplo por un policía y una maestra perfectamente puede comprar. Al cabo de los años se construirán apartamentos de lujo al lado, se benefician, y así construyen su patrimonio, lo merecen porque tomaron el riesgo de comprar, trabajaron para pagarlo, estamos hablando de una democratización económica.
LOS OBSTÁCULOS DE RESTAURAR EN EL CASCO
Es sumamente costoso. Las áreas para trabajar son muy chicas y las constructoras deben maniobrar en espacios pequeños, entonces todo cuesta el doble. Al construir no tenemos una diferencia estructural en la calidad de nuestros apartamentos, la diferencia está en los acabados de lujo, espacios y tamaños. Hay que pasar los planos por patrimonio, y por el municipio.
¿CUÁNTOS EDIFICIOS HAN CONSTRUIDO?
Algo más de 20.
PLANES FUTUROS
Tenemos un proyecto en la Avenida Central en un
terreno de 1,2 hectáreas. Serán apartamentos accesibles complementados con un hotel, nos demorará todavía un año para empezar a construir entre presentar el proyecto y que autoricen las construcciones.
¿QUÉ ACONSEJARÍA A LAS OFICINAS PÚBLICAS PARA NO DEMORAR TANTO TIEMPO?
Yo no sé la solución, pero sé que se pueden comprimir los tiempos.
HAN PASADO 20 AÑOS, ¿POR QUÉ RECOMIENDA EL CASCO ANTIGUO Y LOS ALREDEDORES?
Por calidad de vida, porque una vida caminable es mejor, soy fiel creyente que el carro destruye la calidad de vida, destruye la convivencia, destruye el medio ambiente; y lo otro es que estos barrios mantienen su valor, son buen lugar para tu patrimonio, y tienes
comodidad. Aquí los vecinos se conocen e interactúan, son diferentes pero se llevan bien, eso tiene un valor emocional, social y económico. El Casco está viviendo su segundo renacimiento, es importante y va más profundo, van a hacer más hoteles, habrá más turismo, y va a ser más diverso, hay mucha más accesibilidad con una mayor oferta cultural. Es un renacimiento mucho más equitativo.
“La mayor parte de lo que sé sobre navegar, y mucho de lo que sé acerca del trabajo lo aprendí del capitán Joe Maggio y su hijo Dean. ¡Mi padre me secundó a la familia Maggio durante meses porque era mejor que el cinturón!Dean y yo en el aparejo de Schooner William H. Albury en 1985 más o menos. Probablemente escondiéndose del Capitán Joe”.
VOLVAMOS A SU LLEGADA, VINO A PANAMÁ POR ELSURF ¿QUÉ LUGAR RECOMIENDA?
Taboga, porque es un pueblo Mediterráneo en medio del Pacífico, me encanta, está a 10 o 30 minutos de la ciudad dependiendo como llegues, es otro mundo, y tiene una historia y cultura profunda, Taboga es increíble. No entiendo cómo una persona puede gastar de 2 a 4 horas en un carro de su corto fin de semana para llegar a la playa, cuando Taboga está más cerca y cuesta menos de $20 en el ferry.
¿Y PARA SURFEAR?
No hablo de mis lugares secretos, ni doy pistas, parte de mi encanto por Casco Antiguo es que había unas buenas olas y un grupo de locales nos reuníamos los jueves para surfear, pero después de la construcción del nuevo Puerto de Cruceros con rompeolas ya no entran las olas, yo no sé si eso se estudió o no para
la construcción, pero el daño lo hicieron. Son pocos lugares del mundo donde entienden ese valor de las olas, entonces dudo que lo hubiesen prevenido.
¿ASÍ DE DRÁSTICO FUE?
Sí, las olas ya no entran.