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    Los retos de un presidente

    A punto de cumplir 65 años, José Raúl Mulino se prepara para asumir el liderazgo del país durante los próximos cinco años. Humilde y agradecido, se dirigió a un pueblo panameño que espera con ansias y esperanzas que cumpla las promesas que proclamó en su discurso. Analizamos al presidente electo, su pasado, sus palabras y sus promesas de una gestión digna y sin despilfarro.

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    Fotos Aris Martínez

    Al cierre de esta edición, el presidente electo José Raúl Mulino se encontraba afinando los detalles de su Gabinete y completando la formación de su gobierno. Hemos recopilado su mensaje y promesas desde que fue elegido para gobernar el país a partir del 1 de julio de 2024.

    Con 64 años, Mulino fue elegido presidente con el 34 % de los votos en las elecciones del 5 de mayo. Humilde y agradecido, se dirigió al pueblo panameño que lo escogió para gobernar el país durante los próximos cinco años. “Quiero ser un presidente estricto en las cosas de Estado. Quiero que comprendan bien que no he venido aquí con ningún otro motivo que no sea servir honrada, desinteresada y sinceramente al pueblo panameño”. Mulino se comprometió a encabezar un gobierno ético y eficiente, donde cada decisión esté guiada por el bienestar de todos los panameños.

    “A mi querida familia, mi esposa Maricel, hijos e hijas, cuñados y mi bella nieta Sofía, que está ahí sentadita viviendo una experiencia única, esta es una noche especial”, comenzó su discurso de proclamación. Mulino, un abuelo orgulloso, subrayó la importancia de su familia en su vida con estas palabras.

    Mulino es esposo, padre y abuelo orgulloso. Subió esta foto a su página de Instagram para honrar a Maricel, la futura primera dama, y a sus tres hijas Monique, Alexandra y Verónica en el Día de las Madres 2023. Además, tiene un hijo y cuatro nietos.

     

    Radiografía del nuevo presidente
    En Chiriquí, una región fértil y montañosa, surge la figura de José Raúl Mulino Quintero, quien a sus 65 años recién cumplidos (David, 13 de junio de 1959) estará listo para asumir la Presidencia de Panamá el 1 de julio de 2024. Abogado de profesión, diplomático y experimentado político, Mulino honra sus raíces recordando a sus padres como la fuente de su amor por la Patria. “Pienso mucho en la memoria de mis padres, quienes junto a muchos amigos estarán celebrando esta ocasión desde el cielo”, expresó con emoción.

    A ese pueblo chiricano y a todo el pueblo panameño les recordó de dónde viene. “Vuelvo y reitero mi compromiso con los panameños más humildes”, aseveró con una sonrisa asomada en su rostro de compromiso y satisfacción del deber cumplido.

    Sin embargo, esa imagen no es la que tienen los panameños de su presidente, sino una en la que, en su mayoría, está serio y con el ceño fruncido, además de que estuvo ausente en los debates preelectorales o en la palestra de entrevistas.

    “Como bien decía el presidente Ricardo Lagos, de Chile: Los políticos tenemos que aprender a hacer maletas’, y eso es fundamental”.

     

    En cambio, se dedicó a algo que, en sus palabras “le sirvió de mucho”, y fue visitar casas en las áreas más humildes del país. “A mí me sirvió de mucho cada visita que hice a las casas, previo a las caminatas… y vaya que sí aprendí… la miseria era rampante. A esa gente dedico mi gobierno: yo sé que votaron por mí”.

    A lo largo de su carrera política ha ocupado roles clave, como en el gobierno de Guillermo Endara, primero como viceministro y luego como ministro de Relaciones Exteriores. Más adelante, bajo la administración de Ricardo Martinelli, se desempeñó como ministro de Seguridad Pública y de Gobierno y Justicia, y en 2024 se convirtió en el candidato presidencial del partido Realizando Metas, consolidando así su trayectoria y preparación para liderar a Panamá hacia un nuevo capítulo.

    “El pueblo panameño me eligió a mí”, dijo en una entrevista con Panamá en Directo cuando le preguntaron por su relación con el exmandatario Ricardo Martinelli. “La responsabilidad me cae en los hombros. El legado será mío en función de la gestión de gobierno que yo haga, eso no significa absolutamente nada ni en la relación que yo tengo con Ricardo ni mucho menos… él no me ha pedido absolutamente nada”.

    “Quiero ser un presidente estricto en las cosas de Estado. Quiero que comprendan bien que no he venido aquí con ningún otro motivo que no sea servir honrada, desinteresada y sinceramente al pueblo panameño. Imprimiré una acción de gobierno digna y respetable para que nos respeten desde afuera hacia adentro. Contaré con un equipo y un Consejo de Gabinete digno, ejemplar y, sobre todo, eficiente para gobernar Panamá”.

     

    De la palabra a la acción
    Mulino expresó su compromiso con la renovación política del país y aplaudió la participación de los jóvenes en las elecciones del 5 de mayo, al reconocer la importancia de esa fuerza independiente en el nuevo quinquenio. Manifestó su voluntad de motivar, involucrar y empoderar a las nuevas generaciones para contribuir activamente en la construcción de un país próspero y justo.

    En cuanto al momento político y la situación del país, se comprometió a actuar con esa determinación como presidente. Su objetivo es trabajar para sacar adelante al país y buscar puntos de concordancia con todas las fuerzas políticas y gremiales. Por esa línea, prometió a sus adversarios políticos convocarlos a una conversación en la Presidencia. “Todo el que tenga que hablar conmigo va a la Presidencia de la República… mis reuniones serán públicas”, aseguró, e hizo hincapié en su disposición a enfrentar el riesgo político de una Asamblea fragmentada. También hizo un llamado a trabajar verdaderamente por el país sin derrochar dinero público.

    “Haré lo que tengo que hacer como Presidente de la República para sacar a este país adelante y para buscar puntos de concordancia con todas las fuerzas políticas y gremiales. Me comprometo a ser un presidente digno, formal, para representar dignamente a nuestro país como corresponde”.

     

    El nuevo presidente reiteró su compromiso con las responsabilidades estatales, con el objetivo de servir de manera honrada, desinteresada y sincera al pueblo panameño. Prometió una gestión gubernamental digna y respetable, con un equipo y Consejo de Gabinete eficientes. Los nombramientos han recibido una reacción positiva por parte de los gremios y la sociedad civil. Estos grupos han calificado como acertada la selección de profesionales capaces y preparados. Además, consideran que las designaciones están balanceadas, ya que en su mayoría se trata de ciudadanos independientes con buena reputación en sus respectivas industrias. Subrayó la importancia de trabajar en favor de la empresa privada, generar empleo, trabajo e impuestos para el país. “Se acabó el despilfarro con el dinero de todos los panameños”, añadió con convicción.

    Será una aventura, expresó con orgullo y compromiso, liderar como presidente durante los próximos cinco años, solicitando serenidad, salud, fortaleza, capacidad e inteligencia para guiar al Estado hacia un futuro próspero. Mulino promete además devolver a Panamá el respeto que merece en la comunidad internacional. “No puedo tolerar que arrastren el nombre de nuestro país y nos ubiquen en listas discriminatorias como si fuéramos maleantes… nos van a respetar”. El pueblo necesita un mandatario firme y presente, preparado y comprometido, y tiene las esperanzas puestas en el que eligió la mayoría de los panameños.

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