A sus 47 años, Jorge Vallarino ha forjado una carrera extraordinaria en el mundo financiero. Desde su llegada a Global Bank, Jorge ha manejado diferentes áreas del banco, imprimiendo su visión y adquiriendo más responsabilidades hasta ser nombrado CEO en 2019. Su trayectoria y conocimiento íntimo del banco le han permitido tener un rol protagónico en la transformación de la institución, la cual se ha convertido en uno de los tres bancos más grandes de Panamá. Bajo su mando, Global Bank ha alcanzado 8.500 millones de dólares en activos y cuenta con un equipo de alrededor de 1.600 colaboradores, todo a través de una estrategia basada en la innovación y el crecimiento sostenible. Sin embargo, su éxito no ha sido cuestión de suerte; detrás de cada logro hay un proceso, disciplina y una transición gradual hacia el liderazgo, marcada por retos personales y estratégicos.
El club de las cinco
La mayoría de los días de Jorge Enrique, como le llaman en el banco (para no confundirlo con su padre Jorge Vallarino S., fundador y CEO hasta 2019), empieza a las 5:30 a.m. Desde su rutina diaria hasta sus decisiones profesionales, todo tiene una razón y un propósito. “Me di cuenta de que si no comenzaba mi día a esa hora, terminaba muy tarde”, comenta, haciendo hincapié en la importancia de mantener un equilibrio entre el trabajo y su salud física y mental.
Hace ejercicios entre 6:00 y 8:00 a.m., que varía entre ir al gimnasio, correr, hacer pilates, jugar golf o tenis, así se asegura de comenzar su jornada de manera activa para estar en la oficina a más tardar 9:00, listo para enfrentar un día cargado de responsabilidades.
Con Jorge bajo su mando, Global Bank celebra 30 años de ser un banco 100 % panameño con más de 8.500 millones en activos. “Siempre hay expectativas de seguir obteniendo buenos resultados financieros, pero nuestro enfoque sigue siendo un crecimiento sostenible y bien planificado”, afirma.
Para el gerente general de Global Bank, el equilibrio entre su ocupada agenda y su vida personal es esencial. A pesar de la presión constante que implica liderar una organización tan grande, siempre encuentra tiempo para su familia, una prioridad que nunca sacrifica. “El balance es clave. La rutina te ayuda a mantener todo en orden, pero también hay que dejar espacio para lo que realmente importa”. Su felicidad plena la encuentra en el mar, donde disfruta de la pesca, una pasión que tiene desde joven. Nacido en Panamá en 1977, a los 6 años su familia se mudó a la ciudad de México por motivos profesionales de su padre. Jorge creció en este país hasta los 15 años y también lleva con él las raíces de esa cultura, la cual aprecia y honra. Cuando regresó a Panamá, a los 15 años, retomó sus estudios secundarios en la Academia Interamericana de Panamá y logró asegurarse un puesto en la reconocida Universidad de Stanford en Estados Unidos, para cumplir su sueño de ser banquero, como su papá.
Su carrera comenzó con una sólida formación académica. Después de obtener su licenciatura en Economía de Stanford University en el 2000 y de culminar una maestría en Administración de Empresas en Duke University, con honores, en 2005, se trasladó a Nueva York, donde se hizo un nombre en la prestigiosa firma Merrill Lynch, empezando como asociado en el grupo de Estructuración de deuda para América Latina. Al poco tiempo, se trasladó a México, siguiendo los pasos de su padre, donde funge como vicepresidente de Banca de Inversión de la misma empresa neoyorquina donde empezó su carrera.
Fue en 2009 cuando sus raíces tocaron la puerta y el banco, que su papá lideraba, buscaba un director financiero. De vuelta a Panamá, tomó la posición de vicepresidente de Finanzas y Banca de Inversión (creando ese departamento).
En su primera década en el país, Jorge llevó a cabo transacciones financieras que nunca se habían visto en Panamá, utilizando su experiencia adquirida en Nueva York y México. “Recuerdo que al poco tiempo de mi llegada al banco, junto con HSBC en Nueva York, estructuramos y colocamos dos emisiones de bonos para un cliente corporativo en el mercado global. Fuimos el primer banco panameño en participar en una transacción de ese tipo. Poco tiempo después, Global Bank debutó como emisor en el mercado global, al emitir el primer “Bono Cubierto” en Latinoamérica. Durante mis primeros 10 años, el banco emitió más de 2.000 millones de dólares en bonos y financiamientos en el mercado global. Nos convertimos en el emisor privado de bonos más grande del país, creando una base de inversionistas en América, Asia y Europa, lo cual fue crucial para nuestro crecimiento”, relata con orgullo.
La confianza que su padre y otros accionistas depositaron en él fue clave para su éxito. “Mi experiencia en el mercado global era un valor agregado. Pero nada hubiera sido posible sin el respaldo de nuestra junta directiva y accionistas. Confiaron en nosotros y eso fue fundamental para el crecimiento que experimentamos en esa década (2009-2019)”. Cada decisión que tomaba era respaldada por ellos y eso nos permitió ser agresivos y crecer más que la competencia”, explica Jorge. Su experiencia, combinada con el crecimiento que vivía Panamá, la exitosa trayectoria de Global Bank y el apoyo de sus accionistas visionarios, fue una fórmula perfecta para transformar a Global Bank.
Pero no todo fue sencillo. “Yo venía de otra escuela, y mi enfoque era considerado agresivo en algunos aspectos y muy conservador en otros”. Gradualmente y con el apoyo de su padre y la junta directiva, Jorge ha tenido luz verde para implementar su visión.
Global Bank se ha destacado en los mercados internacionales con transacciones innovadoras, logrando el reconocimiento de “deal of the year” en 2012, y ha establecido una ventaja competitiva al desarrollar una base de inversionistas de renta fija en América, Asia y Europa. Este alcance y larga trayectoria en el mercado global fue crucial en la adquisición de Banvivienda, otra entidad bancaria, consolidando el impresionante crecimiento del banco que pasó de $2.100 millones en activos en 2009 a $8.500 millones en 2019.
Uno de los proyectos que más orgullo le genera fue la construcción del nuevo edificio corporativo, un espacio que no solo se destaca por su diseño moderno, sino también por su enfoque en la sostenibilidad y el bienestar de los empleados. “Quería que nuestro espacio de trabajo reflejase la visión del banco”, explica. Este proyecto causó controversia al principio por su ubicación y tamaño, pero ha excedido las expectativas, no solo por los premios que recibió por su diseño, llevado a cabo por el arquitecto panameño Eduardo Quintero, de la firma Forza Creativa, sino porque permitió al banco acceder a financiamiento de fondos de inversión verdes, por contar con certificación LEED Gold otorgada por el US Green Building Council, lo cual va muy de la mano con su estrategia de sostenibilidad.
Espíritu innovador
A pesar de los éxitos, Jorge es consciente de que la presión por mantener al banco en la cima es constante. “Siempre hay expectativas de seguir obteniendo buenos resultados financieros todos los años, pero nuestro enfoque sigue siendo un crecimiento sostenible y bien planificado”, asegura. En este sentido, su filosofía ha evolucionado hacia la delegación y no dejar que “la presión te detenga”. “No puedes hacerlo todo tú mismo, y delegar es esencial en una organización de este tamaño. Tengo la suerte de contar con un equipo de confianza que asume muchas responsabilidades”, dice, al aludir a la importancia de rodearse de personas capaces.
Junto con su equipo, ha impulsado una transformación digital que ha llevado al lanzamiento de los productos digitales Global Tap, que incluyen una cuenta de ahorro, préstamo personal y el más reciente, su tercer producto digital, un préstamo de autos, todos tramitados 100 % en línea, lo que demuestra su compromiso con la evolución tecnológica. Kuara fue otro importante lanzamiento digital este año, que se sumó al competitivo mundo de las transacciones entre bancos. En conjunto con MMG Bank y Banesco, y pronto uniendo a otros bancos, es una aplicación que transfiere dinero al instante a los usuarios que tengan cuentas en las entidades bancarias afiliadas.
Más allá de los números y los grandes proyectos, su enfoque sigue siendo claro: mantener a Global Bank a la vanguardia, mientras él se asegura de que tanto su equipo como su familia caminen a la par de ese crecimiento.
Fotos por Aris Martínez