miércoles, marzo 12, 2025

NEWSLETTER

More

    ‘Ojos en el Espacio’: Pilar Alemán y su legado cultural en el Biomuseo

    Pilar Arosemena de Alemán ha dedicado gran parte de su vida a promover el arte y la educación como herramientas transformadoras. Su trayectoria, marcada por un profundo compromiso con la cultura, alcanza un nuevo hito con la inauguración de la exposición ‘Ojos en el Espacio’ en el Biomuseo.

    Compartir:

    Los caminos de Pilar Arosemena de Alemán han sido definidos por múltiples facetas. Inició su vida profesional en la banca, donde trabajó durante 12 años, luego se desempeñó como profesora en la USMA, presidió la Bolsa de Valores de Panamá y formó parte de diversas juntas directivas de empresas locales. Sin embargo, su rumbo tomó un giro cuando se involucró en la creación del Biomuseo, un proyecto que la cautivó por completo y al que decidió dedicar su energía como parte vital de la recaudación de fondos desde sus inicios en 1999.

    Pilar considera un privilegio haber podido formar parte del grupo que hizo realidad esta gran obra y ha sido de sus trabajos más gratificantes, asegura. Esta transición de la banca a la cultura no fue casual, sino una respuesta a una profunda necesidad de contribuir de manera significativa con el panorama cultural de Panamá. Este año, tras su retiro de la junta directiva de la Fundación Amador, que preside el museo, Pilar prometió una significativa donación dirigida para crear una sala que mantuviese exhibiciones temporales que se renovasen todos los años. Esta donación refleja su firme creencia en el valor transformador de la cultura, que se hizo realidad en enero cuando fue inaugurada la Sala Pilar Arosemena de Alemán y Jaime Alemán que exhibe su primera exposición temporal titulada “Ojos en el Espacio”, una muestra que es mucho más que una simple exposición: “Es una invitación a explorar la inmensidad del cosmos, reflexionar sobre nuestro lugar en él y maravillarnos con los avances tecnológicos que nos permiten conocerlo mejor”, asegura y extiende una calurosa invitación a esta muestra, la primera de su clase en la región, una experiencia imperdible. “La nueva sala es tres veces más grande que la que ya existía y permite exposiciones más ambiciosas”, explica Arosemena de Alemán. “Se espera aloje muestras anualmente”.

    Un viaje al cosmos

    La inauguración de “Ojos en el Espacio” ha sido un hito en la historia del Biomuseo, ya que es la primera vez que una muestra de la NASA se presenta en Centroamérica, lo que genera un gran impacto y una valiosa oportunidad para la comunidad panameña de adentrarse en el fascinante mundo de la ciencia espacial. 

    ¿Qué relación tiene un Biomuseo con una exposición sobre el espacio? “Más de lo que parece a simple vista”, explica Pilar. “No se trata solo del vínculo cultural o de la capacidad de despertar la curiosidad científica, sino de la conexión directa entre ambos mundos. Esta exposición, en particular, estudia el trabajo de los satélites, que cumplen dos funciones clave: algunos observan el universo, mientras que otros están dirigidos hacia la Tierra. Estos últimos permiten obtener datos precisos sobre las transformaciones del planeta, el impacto del cambio climático, la meteorología y muchos otros aspectos fundamentales para comprender nuestro entorno en constante evolución”.

    La muestra invita a los visitantes a explorar su impacto en nuestra comprensión del universo y de la Tierra, abriendo una ventana al cosmos. “Es un punto de encuentro para la ciencia, el arte y la identidad nacional”, asegura Pilar. En la galería, los visitantes podrán encontrar desde maquetas detalladas de sondas, satélites y vehículos exploradores hasta impresionantes imágenes capturadas por el telescopio espacial James Webb y el rover Perseverance, actualmente en Marte. Sin embargo, Pilar hace hincapié en que hay mucho más en esta exposición de lo que parece. “No quiero decirlo todo, quiero que la gente llegue, porque se van a sorprender con lo que aprenderán”, afirma con emoción y orgullo.

    La exhibición temporal del Biomuseo presenta la asombrosa tecnología desarrollada por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de los Estados Unidos, y pone de relieve el papel que la exploración espacial tiene en nuestra comprensión del universo, de la Tierra y de nosotros mismos.

    Además de su impacto inmediato, la exposición representa un ejemplo claro de cómo la colaboración entre el sector privado y las instituciones culturales puede contribuir al desarrollo educativo y cultural del país. Alemán, representando al sector privado, ha sido una figura clave en este proceso al trabajar en estrecha colaboración con la institucion del Biomuseo, Embajada de Estados Unidos y la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) para garantizar que la muestra sea un éxito rotundo. “Siempre he creído en el poder transformador del arte y la ciencia para enriquecer nuestras vidas. Con esta exposición, buscamos crear un espacio donde las personas puedan reflexionar y maravillarse sobre lo que hay más allá de nuestro planeta”, asegura.

    La Sala Pilar Arosemena de Alemán y Jaime Alemán, donde se exhibe “Ojos en el Espacio”, espera convertirse en una herramienta invaluable para que las generaciones presentes y futuras puedan aprovechar lo que se muestre y que comprendan que no hay límites para el conocimiento humano. Con esta muestra, el Biomuseo se reafirma como un punto de encuentro entre el arte y la ciencia, y nos recuerda lo afortunados que somos de tener un espacio para este tipo de experiencias. 

    La entrada a la exhibición ‘Ojos en el Espacio’ es totalmente gratuita y está ubicada en la Sala Pilar Arosemena de Alemán y Jaime Alemán del Biomuseo.

    Con orgullo, panameña

    El sentido de identidad nacional ha sido un eje central en la vida de Pilar. Recuerda cómo este sentimiento se intensificó con la transferencia del Canal de Panamá en 1999, un momento crucial para fomentar el sentido de pertenencia e identidad como panameños. “Había miedo sobre lo que ocurriría después de la salida de los estadounidenses. Nos preguntábamos si lo haríamos bien, si el país sería capaz de manejarlo. Existía mucha incertidumbre”. Para Pilar, la respuesta a estas inquietudes radica en entender y celebrar la singularidad de Panamá: “Hay muchas formas de abordar el tema, pero esta es una manera poderosa de decirle al panameño: ‘El hecho de que somos el hub de las Américas no es casualidad. Lo somos porque, geográfica y geológicamente, Panamá ha sido un punto de conexión desde el principio”.

    Pilar no solo reflexiona sobre la historia, sino que también actúa como catalizadora de un futuro en el que Panamá se vea no solo como un país de paso, sino como un referente de unión y conocimiento. Fue en ese punto de inflexión, tras la transferencia del Canal y el cambio de paradigma que esto significó, donde nació su pasión por el tema de la identidad nacional. Desde entonces, ha trabajado incansablemente para dejar el nombre de Panamá en alto, tanto como embajadora de Panamá en Francia, como miembro de la junta directiva del Biomuseo y ahora como promotora del arte, la cultura y la ciencia. El Biomuseo, con su enfoque en la biodiversidad y la historia natural de Panamá, se convirtió en el escenario ideal para materializar esta visión, al demostrar que la identidad no es estática, sino que se construye constantemente a través de la integración de elementos culturales, científicos y humanos.

    “Siempre me ha intrigado la pregunta: ¿Qué significa ser panameño? Esta reflexión fue moldeada por su historia familiar. Pilar proviene de una familia con un legado significativo en la historia del istmo. Entre sus ancestros se encuentran figuras clave como Justo Arosemena, su tatarabuelo, quien tuvo un papel prominente durante la época en que Panamá era parte de Colombia, así como su bisabuelo y su tío abuelo, quienes participaron activamente en la separación de Panamá de Colombia y el inicio de la República. “En mi casa siempre se habló mucho sobre lo que significa ser panameño, sobre fomentar nuestra identidad nacional y valorar nuestra historia”, añade.

    A lo largo de su vida, Pilar ha asumido diversos roles en el ámbito público y privado, pero asegura que su rol en el Biomuseo ha sido el que más ha disfrutado. “Me ha enriquecido profundamente”, dice con una sonrisa. “He aprendido a valorar aún más la conexión entre diferentes disciplinas y cómo cada una aporta algo único al progreso de nuestra sociedad”. Para Pilar, su contribución no solo es una forma de preservar la historia, sino también de mirar al futuro, con el deseo de que las nuevas generaciones se identifiquen con su país y se inspiren a continuar construyendo un Panamá más fuerte y unido.


    Fotos por Jairo Coumelis

    spot_img

    Otros artículos