ENTREVISTA POR: ENRIQUE KIRCHMAN
FOTOS: GERARDO BRICENO
¿DE QUÉ SE TRATA SU CONFERENCIA?
Hablo del cambio, del empoderamiento de la
mujer, de la responsabilidad de diseñar y vivir la vida que queremos y cuáles son los pasos a tomar. Tengo un podcast que se llama ‘En Defensa Propia’, y he conversado con más de 200 mujeres de varias nacionalidades que han contado su historia de transformación. Yo estaba muy pegada a mi figura de hacer radio y televisión y pensé si no hago eso ¿qué soy? Empecé a buscar respuestas, pude quitarme etiquetas y esos aprendizajes los puse en una conferencia.
¿QUÉ RETOS ENFRENTA LA MUJER LATINA EN LA ACTUALIDAD?
Muchos, pero hay dos en los que me enfoco: en cambiar nuestra mentalidad hacia las otras mujeres y entender que nos tenemos que apoyar, y segundo que hay que traer más hombres a nuestra mesa, ellos también tienen que darse cuenta de que es su responsabilidad el empoderamiento de la mujer. Tenemos que reconstruir esa relación.
¿QUIÉNES ESTÁN HACIENDO UN BUEN TRABAJO EMPODERANDO A LA MUJER?
Las emprendedoras de hoy. Mujeres que quieren ser exitosas, pero felices, sin quemarse, que quieren tener su familia, su tiempo de esparcimiento y son unas ‘cracks’. Mujeres que han conseguido que sus empresas sean unicornios, que han roto límites. Acabo de venir de México donde entrevisté a Pamela Valdés, que hizo una aplicación de audiolibros en español
(llamada Beek) y con 28 años quedó en la lista 30 menores de 30 de Forbes. Y su app es un unicornio. Yo me considero una persona exitosa, pero nunca se me vino a la mente fundar mi propia radio femenina.
¿CÓMO FUE CRECER EN EL ÁMBITO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE LLEGAN A ‘COSIFICAR’ A LA MUJER?
Siento que haber comenzado en la radio fue beneficioso. Miss Venezuela siempre fue una vitrina importantísima del talento femenino en los medios, y si no salías en el Miss Venezuela ¿cómo sobresalías? Fue muy bonito cuando unas muchachas se me acercaron hace años y me dijeron ‘Erika, fuiste la mujer que nos demostró que no había que pasar por Miss Venezuela para estar en los medios de comunicación’. Yo nunca me sentí sexualizada, fui muy masculina en mi desempeño, tenía muchos hombres a mi alrededor y me sentía apoyada por ellos. ¡Ojo! Tuve invitaciones para hacer calendarios, pero para mí era fácil decir no: primero, no tenía el cuerpo, ja,ja,ja. Y segundo no podía competir con las misses bellas y hermosas de mi país, que son unas niñas de 1.80 m., flacas y con unos cuerpos… Tenía que competir por otro lado.
DISCREPO UN POCO…
‘¡Ay! Tan bello. Eres un bello. Gracias, mi amor’. Pero no. Créeme que si estuviera una miss aquí parada, te echo un cuento.
RECIENTEMENTE, EN EL MARCO DEL MES DE LA HISPANIDAD, FUE HOMENAJEADA EN LA CASA BLANCA ¿CÓMO SE DIO?
Sí, qué loco. Se hace un reconocimiento a los hispanos en Estados Unidos que lo dio la congresista Debbie Wasserman. Se seleccionó a un grupo para recibir este reconocimiento y fui postulada por una asociación sin fines de lucro.
Cada uno tenía una bandera de Estados Unidos y fue ondeada en el Congreso durante 30 minutos en mi nombre. Porque bueno, migrar es difícil y uno se esfuerza por sobresalir, hacer algo que valga la pena y no pensando en reconocimiento.
Escuchamos a varios congresistas hablar en un salón bellísimo en la Biblioteca del Congreso.
Lo más bonito es que llevé a mi hijo, que es americano, para que viera que un país que no es el mío, nos estaba reconociendo porque lo que traigo es chévere. Eso también me reconcilia con mi venezolanidad, que cada vez es tan pisoteada y maltratada. Me hace sentir orgullosa de dónde vengo, porque somos gente buena.
¿HACE CUÁNTO TIEMPO EMIGRASTE A ESTADOS UNIDOS?
Cumplo 10 años en febrero.
¿CÓMO FUE ESA TRANSICIÓN?
Como si te revolcara una ola y tú no sabes cómo salir de ahí. Tragas mucha agua, se te mete arenapor todas partes, no entiendes nada y después, cuando sales, sales sin traje de baño, desnudo, vulnerable completamente. Es un buen revolcón y me duró, más o menos, como tres años. Todo es muy distinto y uno comete el error de quedarse pegado con lo que fue y lo que pudo ser. Se va creando un callo de nostalgia que empieza a pesar y no te deja avanzar. Yo estuve un rato ahí, como que no avanzaba, brava, y me di cuenta de que no me dejaba avanzar. Tuve que cambiar mi manera de pensar y dejar la nostalgia. Es difícil, no imposible.
¿CÓMO SE PREPARA PARA EL STAND UP?
¡Me preparo para no morirme en el momento y que no se vaya a acabar la carrera en la primera noche!
Escribo un guión con un compañero comediante.
Escribir comedia uno solo es difícil, porque tienes que ver que el público reaccione. Pero si tienes a alguien es muy chévere. Luego me aprendo el guión y empiezo en teatros chiquitos. Empiezo a
probar. Lo hice en Miami, en el teatro Catarsis, que es chiquito, para 90 personas, y cuando estaba segura, empecé a viajar y hacerlo en teatros más grandes.
¿CÓMO FUE LA EXPERIENCIA TRABAJANDO EN EL DOBLAJE DE ‘TOY STORY 3’?
Muy bien. Es súper distinto a lo que uno cree, porque no es que te ponen la película a todo color en una pantalla gigante. Por asunto de la piratería, te la ponen en blanco y negro, tiene muchas rayas y verle la boca [al personaje] fue muy difícil y muy técnico. A mí me encanta trabajar con la voz. Yo hacía Latin American Idol en Argentina y ahí estaban todos estos estudios de doblaje de Disney. Y dije “Yo quiero”. Empecé a hacer cositas chiquitas en cómicas de Disney y después salió ‘Toy Story 3’.
¿EN QUÉ DESEAS INCURSIONAR AHORA?
Bueno, quiero viajar mucho con esta conferencia.
Creo que es importante, es el momento indicado y necesitamos hablar de esto, buscar soluciones prácticas y no quedarnos en el bla, bla, bla. Creo que voy a estar un rato entretenida con esto.
Por supuesto que usando mi plataforma para visibilizar a otras mujeres que están haciendo cosas increíbles, porque necesitamos conocerlas. Más que metas profesionales, quiero vivir una vida en paz. Tranquila. Que en el trabajo y donde esté la pasemos bien. Hay gente que me dice que eso es imposible, pero bueno, vamos a tratar de que sea así. Hay mucho por hacer. ¿Qué? No sé. Estoy abierta a que vengan las ideas.
