El pasado 5 de julio, se dió a cabo una de las veladas más elegantes del calendario social panameño, el Festival de Debutantes de la Asociación de las Damas Guadalupanas desde el Club Unión. Celebrando año su 70.ª edición, reunió a familias y amigos en un entorno donde la gracia, el compromiso social y la belleza juvenil se entrelazaron con la historia y la fe.
Desde 1955, el Festival de Debutantes se ha mantenido como una distinguida plataforma para presentar en sociedad a jóvenes damas, y a la vez, como una significativa fuente de recaudación de fondos para las obras benéficas que la Asociación impulsa a lo largo del año.
En esta ocasión, 26 jóvenes participaron en una puesta en escena que evocó la pureza, el esplendor y la feminidad, simbolizados por delicados “abanicos” símbolos de elegancia atemporal que capturaban la luz como un tributo a las nuevas generaciones.
Bajo la dirección de la presidenta Cecilia Díaz de Fábrega, se destacó el compromiso continuo con la transformación social a través del lanzamiento de la campaña Padrino de una campista, iniciativa que busca ofrecer becas a niñas de comunidades vulnerables para asistir al Campamento Guadalupano, uno de los programas emblemáticos de la organización.
Las Damas Guadalupanas, fundadas en 1949, son una asociación sin fines de lucro que rinde homenaje a Nuestra Señora de Guadalupe bajo el lema Amor y Unión. Su misión ha sido, desde sus inicios, asistir a niños, jóvenes y adultos mayores en situación de vulnerabilidad, combinando la devoción mariana con acciones concretas en beneficio de la sociedad panameña.
Más allá de su esplendor visual, el Festival de Debutantes representa un compromiso intergeneracional con la solidaridad, la fe y el servicio. Un evento donde cada paso sobre la alfombra y cada gesto de gratitud reflejan el propósito que inspira a las Damas Guadalupanas desde hace más de siete décadas. Un tributo a la elegancia, sí, pero sobre todo, a la acción con sentido y a la tradición que transforma.
