Bueno, vengo saliendo de una EXITOSA temporada de teatro. Y la hemos pasado TAN BIEN. Si no vinieron a vernos, les cuento un poco. La obra se llamaba Mi Vida Disipada. Nos remontamos a los años 90, con un grupo de amigos que quería abrir un bar. Pero uno se enamora de mí y se vuelve un gran revulú. Claro, porque era la YO intensa y apasionada, no esta Mónica tranquila y zen. #Jaja #TodoPorLaTrama.
Claramente, estos son cuentos que yo he escuchado por ahí a lo largo de mi vida. Y ¡zaz! Simon Tejeira, nuestro director y dramaturgo, escribió el libreto basado en ellos. O sea, se puede decir que fue una obra basada en hechos reales, pero nos quedó asá. Nuestra producer superstar Diana Abouganem armó un cast de lujo, con los mejores talentos del teatro panameño.
Andrés Morales, Carlos Caballero, Rogelio Bustamante, Arturo Wong Sagel, Yilka Arosemena, Ana Carolina García, Mónica Porras y #LaMismita Mónica Guzman Zubieta (o sea yo). Y así, dimos vida a #LosToxicos en el Bar 5P. Fueron 24 funciones y 16 estuvieron SOLD OUT. Y todas las noches tuvimos la misma acogida: amor y elogios. Para los que fueron, ¡¡GRACIAS!!
“Admiro y celebro la capacidad creativa y el profesionalismo de cada uno de ustedes para hacernos sentir y reír por horas. ¡De verdad, genial! ¡Por más vidas… con mucho éxito!”.
El público variaba desde presidentes, ministros, banqueros, doctores de renombre, políticos, esposas, divorciados, grupos de amigos, date night, amantes, tías, hermanitas de Emaús y hasta abuelitas. Todos rieron y gozaron SIN PARAR. Simplemente, al estar en el público a veces pensabas que estaban hablando de ti mismo. Y eso solo causaba risas, carcajadas y memorias de los buenos tiempos de juventud.
Se puede presumir que el equipo de producción, artistas y patrocinadores, TODOS estamos sumamente satisfechos con el proyecto.
Pero lo que me llevo de toda la experiencia es que los humanos queremos RELAJARNOS Y DESCONECTAR. Realmente sentirnos parte de algo, rodeados de amigos aunque sean tóxicos y básicamente reír. Eso es ciertamente un lujo y la buena vida. Así es que TODOS miren a su alrededor, abracen, sientan, den y reciban.
Yo termino la temporada sonreída, en mi carro, en el tranque, buscando a los niños a la escuela. Porque sé que hemos aportado a la sociedad horas de terapia sana para el alma.
¡Que vivan #LosTóxicos y que sigan viviendo en su TOXICIDAD!
Fotos cortesía de Mónica Gúzman Zubieta