jueves, noviembre 21, 2024

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    Cuando pasa el temblor

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    Bueno… entonces tuve unos meses de arduo trabajo. Fui productora y bailarina del musical de Rabanes.

    Este musical se presentó exitosamente 30 noches consecutivas. Pero, con un éxito así, aunque tengas un equipo de trabajo de lujo y un esposo y familiares que ayudan al 1000 %, pues uno es mujer, humana, y hay cosas que se nos pasan y se salen de control. Simplemente porque el tiempo no da o por las hormonas o por la luna azul. La cosa es que una se atrasa en lo cotidiano y luego, al terminar temporada, comienza el damage control, ya sea corporal, mental, de relación hijos, esposo, familia, amigas.

    Que si las tareas no entregadas, que si las citas al doctor, las caries, las vacunas atrasadas, las terapias. Hay que retomar TODO. Toca ver a gente que no he visto en meses. Me toca agendarles citas, reuniones y actividades para pasar tiempo de calidad con cada uno. Resulta que la primera en la línea es mi mamá. Ella me chatea la noche del último show: “Almorzamos mañana para ponernos al día. Te quiero baby”. Y así fue.

    Nos fuimos a un restaurante, tranquilas y en fachas de día de descanso. Pero Panamá es pequeño y en el restaurante había mucha gente conocida. Así es que por nuestra mesa pasó la tía, la vecina de infancia (de calle Belén), y la hija de la que trabajaba con mi mamá en Bank Of America en 1984.

    Y bueno, se instalaron a comentar que si a, b, o c. #Variado

    Luego de treinta noches ‘nonstop’ en escena, solo me queda estar agradecida del tiempo de trabajo y del tiempo de esparcimiento variado.

    Por ejemplo, pasó una tía por ahí. Y nos cuenta que sintió el temblor y que está muy preocupada. Porque ella es viuda y vive sola con sus perros. Que ella usualmente duerme en camisón, sin ropa interior, porque eso la ayuda con la circulación, la digestión y la artritis #TodoEso. Pero ahora está durmiendo con panty, ya que nos dice: Imagínense que tiemble de nuevo y pase algo más grave y me encuentren ahí aplastada y sin panty #Jaja #LaTíaPreocupada por su dignidad hasta después de muerta.

    Mi mamá le agregó a su argumento, porque le dijo que ella también anda preocupada por los temblores. Que ya empacó una maleta para salir corriendo. Esta maleta tiene ropa, pasaporte, algunas prendas y sus marcos de plata. Y yo más acá las veo y le digo a mi mamá: ¿¿¡¡para dónde específicamente vas a correr?!?! Si cuando tiembla, la instrucción es quedarse donde uno está.

    Además, por andar metiendo de todo en esa maleta, debe estar pesadisísíma. Y por andar moviendo la maleta pesada te vas a caer y la caída puede ocasionarte una cadera rota y eso va a ser peor que el temblor. O que te encuentren aplastada sin panty. Le digo: Por favor, desempaca la maleta YA. Y no corras para ningún lado. #Fin
    Ahí quedó ese cuento.

    Luego se instala la vecina de calle Belén. Y esta es de las tías que reza mucho, va a misa y es amiga de los padres, etc. Bueno, venía furiosa a modo de queja. Nos contó que su hija X que tiene un hijo de 10 años, ahora resulta que no se acuerda si lo bautizaron. Que han buscado en fotos, en Facebook, en registros de iglesias, han hablado con el padre amigo de la familia. Y nada que encuentran el bautizo de la criatura.

    Ahora le toca hacer la primera comunión, pero necesitan el certificado de bautismo. Y ahí andaban en esa investigación. Si sucedió o no. Y a ver cómo ahora bautizaban al chiquillo en corredera para que pudiera hacer la primera comunión con el grupo de catequesis del cual lleva un año asistiendo.

    Y ni llego a detallarles el cuento de la hija de la que trabajaba con mi mamá en Bank Of America. O sea, mi mamá la conoció bebé. Y ahora esa chica creció, es una adulta y está casada con un chico de USA que encontró en internet. Vive en Boston desde hace 15 años de lo más fina, y cuando se va de la mesa, después de dar todo el resumen de su vida, dicen las doñas por acá: Uy! A esta pronto la encontramos descuartizada. #jaja #AModoNetflix. Las tías conservadoras de la Banana Republic.

    Se quedan comentando que cómo no le da miedo casarse así. Que seguro puede ser el estrangulador de Boston. Y blablablá. El almuerzo que debió ser así, privado, terminó siendo asá, variado, chistoso e informativo.

    Recomendación de #LaMismita: Disfrutar y apreciar lo realmente valioso que es el PRESENTE. Así es que con quien estén, siéntanse AFORTUNADOS de la compañía y a esperar el temblor.

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