MÓNICA GÚZMAN ZUBIETA
@monicaguzmanzubieta
Quiero comenzar por comentar lo difícil que es hoy en día mantenerse actualizado. O sea, yo trato de seguir las tendencias, dentro de mis posibilidades pues… Ya saben la vida doméstica, la unicorporation, el Mr, las terapias y eventos sociales. Y a la vez mantenerme real y balanceada conmigo misma y mi yo interior. Uno tratando y tratando y cuando ya entiende la teoría y la pone en práctica, zass cambian de nuevo.
Es que un día nos dicen una cosa y otro día la obsesión es lo contrario. Por ejemplo: Estamos en la era de respetar los cuerpos, los tamaños, las formas, los colores y que TODO es bonito al natural. Está la campaña de que debemos sentirnos felices y cómodos con nuestras diferencias. Esta tendencia de aceptación ha durado varios años. Bombardeo de mercadeo en todos los rubros. O sea vendían un carro, una salsa de tomate, o una tarjeta de crédito y tocaban el tema de aceptación.
A las Victoria’s Secret Angels las pusieron de carne y hueso… Esas chicas ya no
son ángeles, sino que son como uno: mortales cualquiera con llantitas y celulitis. A las influencers y artistas, si usan Photoshop o filtro las cancelan. Todo muy bien. Yo feliz con esta ERA de la verdad. Porque a mí me encanta el cuerpo humano asi&asa. Y me encanta la comida. Así es que ahora todos podemos estar sin fajas, ni aprietos, con poco makeup, despelucadas natural a lo Carlota de Mónaco. Todas sencillas, apostándole a la genética. OK.
Cuando ya todas habíamos llegado a ese punto de amor por lo natural… zass nos
cambian la teoría y la dinámica. Sale la inyección mágica, esa que “nadie se está tomando”, pero que DeLaNada ahora todos están flaquísisimos. Ahora resulta que sí nos importa ser grandes, tener celulitis y preferimos envenenarnos para llegar a la talla 2.
Esta inyección es más popular que el Slim Fast en sus tiempos, sabrán.
AHORA TODOS PODEMOS ESTAR SIN FAJAS, NI APRIETOS, CON POCO ‘MAKEUP’, DESPELUCAAS, AL NATURAL… ¿O NO?
Tengo una amiga panameña que vive en Canadá y es blanquísima con cabello rubio
natural. Resulta que ella aplicó para el dream job y puso que era latina. Y ella afirma que le dieron la entrevista presencial por ser minoría. Así es que tenía miedo de que cuando la vieran fula y blanca, no le dieran el trabajo. Como buena panameña, mujer, echaaa pa’lante, ella resolvió. Ella se fue tanning, se puso bronzer y se tiñó el pelo de chocolate.
¡¿Y adivinen?! No sabemos si fue por eso o porque ella es Ingeniera Aeroespacial
con PHD en Psicología y habla tres idiomas. Pero le dieron el puestazo. Y ahí anda taconeando ese edificio con toda la camisa blanca manchada de body tint cada vez que se suda un poquito. Ella se está destiñendo. Pero de aquí a que se le pase el color de la piel ya llevará tres meses en la compañía y no la podrán botar. Conclusión: Hay que adaptarse y ser así y asa.